lunes, 21 de octubre de 2019

El Libro de las preguntas (revelaciones a Santa Brígida de Suecia)




Dejamos a continuación extractos de estas revelaciones a Santa Brígida. Para facilitar la lectura, en vez de colocar las preguntas y respuestas por grupo (como estaba en el original), cortamos las respuestas y las colocamos debajo de cada pregunta. Eliminamos todas las consideraciones extras que se hacían, limitando en esta entrada a dejar una breve explicación de cómo se revelaron estas preguntas a la santa, y de la situación del alma del monje que interroga a Nuestro Señor. Además, enumeramos cada una de las preguntas con las que hicimos un índice inicial.


ÍNDICE

Prólogo

Interrogación

1. “Oh, Juez, os pregunto: me habéis dado una boca.  ¿No puedo decir, entonces, lo que quiero?”

2. “Me habéis dado ojos. ¿No puedo ver, entonces, lo que quiero con ellos?”

3.  “Me habéis dado oídos. ¿Por qué no puedo escuchar, entonces, lo que quiero con ellos?”

4. “Me habéis dado manos. ¿Por qué no puedo hacer, entonces, lo que quiero con ellas?”

5. “Me habéis dado pies. ¿Por qué no puedo caminar, entonces, hacia donde quiero con ellos?”

6. “Oh Cristo el Juez, soportáis el sufrimiento más doloroso por vuestra libre voluntad. ¿Por qué entonces no puedo poseer honor y ser orgulloso en el mundo?” 

7. “Me distéis bienes temporales. ¿Por qué, entonces, no puedo poseer lo que quiero?” 

8. “¿Por qué me distéis las extremidades de mi cuerpo si no puedo moverlas y ejercitarlas a voluntad?” 

9. “¿Por qué distéis la ley y la justicia si no es para buscar venganza?” 

10. “Nos dejasteis tener tranquilidad y descanso, pero, ¿por qué dispusisteis que experimentáramos cansancio y tribulación?” 

11. “Oh Juez, os pregunto: ¿Por qué nos distéis los sentidos corporales si no hemos de movernos ni vivir de acuerdo a los sentimientos carnales?” 

12. “¿Y por qué nos distéis los medios para el sustento carnal, como son los alimentos y otras cosas deleitables, si no hemos de vivir para poder saciar el apetito carnal?” 

13. “¿Por qué nos distéis libre albedrío si no debemos seguir nuestros propios deseos?” 

14. “¿Por qué les distéis a los hombres y a las mujeres la semilla del coito y una naturaleza sexual si la semilla no ha de verterse de acuerdo al apetito carnal?” 

15. “¿Por qué nos distéis un corazón y una voluntad si no para escoger aquello que sabe más dulce y para amar los deleites más agradables?” 

16. “Oh Juez, ¿por qué debo buscar la sabiduría de Dios si tengo la sabiduría del mundo?” 

17. “¿Por qué debo de estar apesadumbrado y llorar si tengo alegría y honor mundanos en abundancia?” 

18. “Decidme: ¿por qué o de qué manera debiera regocijarme cuando hay aflicción de la carne?” 

19. “¿Por qué debo de tener miedo, si tengo la fuerza de mi propio poder?” 

20. “¿Por qué debo de obedecer a los demás si tengo el control de mi propia voluntad?” 

21. “Oh, Juez, ¿por qué creasteis gusanos que son dañinos y no son útiles?”

22. “¿Por qué creasteis las bestias salvajes que también son dañinas para la humanidad?”

23. “¿Por qué dejasteis que la enfermedad y el dolor entraran en los cuerpos?”

24. “¿Por qué soportasteis la maldad de los malvados jueces que mortifican y hostigan a sus dependientes y subalternos como si fueran esclavos comprados?”

25. “¿Por qué el cuerpo humano sufre aflicción hasta el momento de la muerte?”

26. “Oh, Juez, os pregunto: ¿Por qué un infante sale vivo del vientre de su madre y recibe el bautizo, mientras otro habiendo recibido un alma, fallece en el vientre de la madre?”

27. “¿Por qué le ocurren muchos contratiempos a una persona justa, mientras que una persona injusta obtiene todo lo que desea?”

28. “¿Por qué ocurren la enfermedad, el hambre y otras aflicciones corporales?”

29. “¿Por qué viene tan inesperadamente la muerte, por lo que muy rara vez puede preverse?” 

30. “¿Por qué permitís que los hombres, que están llenos de ira y envidia deliberadas, vayan a la guerra en espíritu de venganza?”

31. “Oh, Juez, os pregunto: ¿Por qué se usan las palabras feo y bello en el mundo?”

32. “¿Por qué debo odiar la belleza del mundo, viendo que soy bello y de una noble alcurnia?”

33. “¿Por qué no me exalto por encima de los demás, viendo que soy rico?”

34. “¿Por qué no me pongo delante de los demás, viendo que soy más honorable que los otros? ¿Por qué no puedo buscar mi propia alabanza, viendo que soy  bueno y digno de alabanza?”

35. “Si le hago favores a otras personas, ¿por qué no puedo demandar remuneración?”

36. “Oh, Juez, os pregunto: ¿Por qué permitís que sean colocados dioses en los templos y reciban honor como Vos, a pesar que vuestro reino es más noble que todos los demás?”

37. “¿Por qué no dejáis que las personas vean vuestra gloria en esta vida para que la puedan desear más fervientemente?”

38. “Ya que vuestros santos y ángeles son más nobles y más santos, por encima de las demás criaturas, ¿por qué no los ven las personas en esta vida?”

39. “Ya que los castigos del infierno son horriblemente incomparables, ¿por qué no dejáis que las personas los vean en esta vida para que puedan huir de ellos?”

40. “Ya que los demonios son incomparablemente feos y malformados, ¿por qué no son visibles al humano y así, entonces, nadie los seguiría ni les darían su consentimiento?”

41. “Oh, Juez, os pregunto: ¿Por qué parecéis ser injusto con vuestros regalos y gracias en el sentido de que le dais preferencia a María, Vuestra madre, antes que toda otra criatura y la habéis exaltado por encima de los ángeles?”

42. “¿Por qué les disteis a los ángeles un espíritu sin cuerpo y el estado de alegría celestial, mientras que a la humanidad le disteis un espíritu en un recipiente mundano, un nacimiento lloroso, una vida laboriosa y una muerte dolorosa?”

43. “¿Por qué le disteis a la humanidad un intelecto y un sentido racionales, pero no le disteis razonamiento a los animales?”

44. “¿Por qué le disteis vida a los animales y no a otras criaturas fatuas?”

45. “¿Por qué no hay luz durante la noche, igual que durante el día?”

46. “Oh, Juez, os pregunto: Dado que sois lo más poderoso y bello y virtuoso, ¿por qué cubristeis vuestra divinidad, la cual es incomparablemente más brillante que el sol, con un saco así – quiero decir vuestra naturaleza humana?”

47. “¿Cómo es que vuestra divinidad abarca todas las cosas en sí y, sin embargo, no es abarcada por ninguna y contiene todas las cosas y, sin embargo, no es contenida por ninguna?”

48. “¿Por qué deseasteis quedaros en el vientre de la Virgen tanto tiempo y no emerger tan pronto como fuisteis concebido?”

49. “Dado que podéis hacer todas las cosas y estáis presente en todos lados, ¿por qué no aparecisteis inmediatamente con la estatura que tuvisteis cuando teníais treinta años de edad?”

50. “Dado que no nacisteis de la semilla de Abraham a través de un padre, ¿por qué quisisteis ser circuncidado?”

51. “Dado que fuisteis concebido y nacido sin pecado, ¿por qué quisisteis ser bautizado?”

52. “Oh, Juez, os pregunto: Debido a que sois Dios y hombre, ¿por qué no revelasteis vuestra naturaleza divina igual que vuestra naturaleza humana y, así todos hubieran creído en Vos?”

53. “¿Por qué no dejasteis que vuestras palabras fuesen escuchadas en un instante y, entonces, no hubiese sido necesario que las mismas fuesen predicadas a intervalos de tiempo?”

54. “¿Por qué no realizasteis todas vuestras obras en una sola hora?”

55. “¿Por qué vuestro cuerpo creció durante intervalos de tiempo y no en un instante?”

56. “A medida que se acercaba vuestra muerte, ¿por qué no os revelasteis en vuestro poder divino y por qué no mostrasteis vuestra severidad a vuestros enemigos, cuando dijisteis: ‘Todo se ha cumplido’?”

57. “Oh, Juez, os pregunto: ¿Por qué preferisteis nacer de una virgen en vez de otra mujer que no era virgen?”

58. “¿Por qué no mostrasteis con un signo visible que ella era una madre y una virgen  pura?”

59. “¿Por qué escondisteis vuestro nacimiento, de manera que fue conocido únicamente por pocos?”

60. “¿Por qué huisteis a Egipto debido a Herodes y por qué permitisteis que fuesen asesinados los niños inocentes?”

61. “¿Por qué permitisteis ser blasfemado y permitisteis que la falsedad prevaleciera sobre la verdad?”

62. “Oh, Juez, os pregunto: ¿Por qué es retirada rápidamente vuestra gracia de algunas personas, mientras otras son toleradas en su maldad durante mucho tiempo?”

63. “¿Por qué a algunas personas se les da gracia en su juventud, mientras que a otras se les despoja de la misma en su vejez?”

64. “¿Por qué algunas personas sufren penurias excesivas, mientras que otras viven más o menos libres de ellas?”

65. “¿Por qué se les da inteligencia y una mente extremadamente rápida a algunas personas, mientras que otras son como asnos sin inteligencia?”

66. “¿Por qué algunas personas son excesivamente insensibles, mientras que otras disfrutan de una maravillosa consolación?”

67. “¿Por qué a los malvados se les da más éxito mundano que a los buenos?”

68. “¿Por qué una persona recibe su llamado al principio, mientras que la otra hacia el final?”

69. “Oh Juez, os pregunto: ¿Por qué sufren enfermedad los animales, a pesar que no obtienen la vida eterna ni tienen el uso de la razón?” 

70. “¿Por qué todo nace con dolor, a pesar que el pecado no está involucrado en cada nacimiento?”

71. “¿Por qué un infante lleva el pecado de su padre, a pesar que no sabe cómo pecar?”

72. “¿Por qué pasan tan a menudo los eventos no previstos?”

73. “¿Por qué una persona mala tiene una buena muerte como los justos, mientras que una persona justa a veces tiene una muerte mala como los injustos?”

74. “Oh, Juez, os pregunto: ¿Por qué existen muchas cosas creadas que parecen no tener uso?”

75. “¿Por qué comúnmente no se ven las almas, ya sea permaneciendo en el cuerpo o saliendo del mismo?”

76. “¿Por qué no siempre se escuchan las oraciones de vuestros amigos?”

77. “¿Por qué no se les permite hacer el mal a muchas personas que quieren hacerlo?”

78. “¿Por qué les sucede el mal a algunas personas que no lo merecen?”

79. “¿Por qué pecan aquellos que tienen el Espíritu de Dios?”

80. “¿Por qué permanece el demonio cerca de algunas personas y está continuamente con ellas, pero nunca con otras?”

81. “Oh, Juez, os pregunto: ¿Por qué dice el evangelio que las cabras son colocadas a vuestra izquierda, las ovejas a vuestra derecha? ¿Realmente os deleitáis en tales cosas?”

82. “Debido a que sois Hijo de Dios, igual al Padre, ¿por qué está escrito que ni vos ni los ángeles sabe la hora del juicio?”

83. “Si vuestro Espíritu Santo ha hablado a través de los evangelistas, ¿por qué hay tanta variación en los Evangelios?”

84. “Debido a que vuestra encarnación fue tan importante para la salvación de la raza humana, ¿por qué tardasteis tanto en encarnaros?”

85. “Ya que el alma humana es mucho mejor que el mundo, ¿por qué no siempre enviasteis a vuestros amigos y predicadores a todos lados?”

Final

***

PRÓLOGO

El Libro Cinco de las Revelaciones Celestiales de Cristo a Santa Brígida del reino de Suecia está titulado debidamente El Libro de las Preguntas, ya que procede de las preguntas a las cuales Cristo Nuestro Señor le da respuestas maravillosas.  Le fueron reveladas a la Dama de manera singular, ya que ella y su confesor lo han testificado explícitamente.  Sucedió una vez que ella iba a caballo a su castillo en Vadstena junto con varios de sus sirvientes, quienes también iban a caballo.  Mientras cabalgaba, comenzó a elevar oraciones a Dios.  Inmediatamente, cayó en un rapto espiritual y continuó como alguien exteriorizada de su persona y separada de sus sentidos corporales, suspendida en un  éxtasis de contemplación mental.

Ella vio en espíritu una escalera fijada firmemente a la tierra, cuya parte superior tocaba el cielo.  En la parte superior, en el cielo, vio a Nuestro Señor Jesucristo sentado en un trono maravilloso, como un Juez en el acto de juzgar.  A sus pies estaba de pie la Virgen María y rodeando el trono había un sinnúmero de ángeles y una vasta multitud de santos.  Santa Brígida vio a un cierto monje en la mitad de la escalera, un hombre al que ella reconoció y quien todavía estaba vivo, un erudito en la ciencia de la teología pero lleno de dolo y perversa maldad.  Con su porte impaciente y agitado, parecía más un demonio que un monje humilde.  La dama podía ver todos los pensamientos y sentimientos internos en el corazón del monje y la manera en la que él los divulgaba a Cristo el Juez, sentado al trono, a través de su manera agitada y descontrolada de interrogatorio, de la siguiente manera.

Entonces, Santa Brígida vio y escuchó en espíritu cómo Cristo el Juez, con un porte gentil, manso y paciente, respondió brevemente a aquellas preguntas, una a una, con la mayor sabiduría y cómo la Virgen María, Nuestra Señora, le dijo unas pocas palabras ahora y entonces a Santa Brígida tal y como este libro lo explicará con mayor detalle más adelante.

En ese único momento, Santa Brígida recibió en su mente todo este libro en una sola y misma revelación.  A medida que se acercaba al castillo, sus sirvientes tomaron las riendas de su caballo y luego empezaron a moverla gentilmente para despertarla, como estaba, de su rapto.  Cuando ella volvió en sí, ella se sintió terriblemente triste por la pérdida de tal dulzura divina.

Así, el Libro de las Preguntas permaneció fijo en su mente y en su corazón como si todo hubiese sido esculpido en una placa de mármol.  Ella lo escribió inmediatamente en su propio idioma y luego su confesor lo tradujo al idioma literario, de la misma forma que él se había acostumbrado a traducir los otros libros de las revelaciones.

***

INTERROGACIÓN

Vi un trono en el cielo sobre el cual estaba sentado Nuestro Señor Jesucristo como Juez. A sus pies estaba sentada la Virgen María. Alrededor del trono había un ejército de ángeles y una incontable multitud de santos. Un cierto monje, un gran erudito de la teología, estaba de pie sobre una escalera, la cual estaba fijada a la tierra y cuya parte superior llegaba al cielo. Con un porte impaciente y agitado, como si estuviera lleno de maldad y dolo, le planteó preguntas al Juez:

1. “Oh, Juez, os pregunto: me habéis dado una boca.  ¿No puedo decir, entonces, lo que quiero?”

Respuesta: “Amigo, os he dado una boca para decir palabras en forma racional, que sean beneficiosas para vuestra alma y vuestro cuerpo, así como palabras para mi gloria”.


2. “Me habéis dado ojos. ¿No puedo ver, entonces, lo que quiero con ellos?”

Respuesta: “Os he dado ojos para que pudierais ver las maldades de las cuales debéis huir y las cosas saludables que debéis preservar”.


3. “Me habéis dado oídos. ¿Por qué no puedo escuchar, entonces, lo que quiero con ellos?”

Respuesta: “Os he dado oídos para que pudierais escuchar aquello que pertenece a la verdad y al bien”.


4. “Me habéis dado manos. ¿Por qué no puedo hacer, entonces, lo que quiero con ellas?”

Respuesta: “Os he dado manos para que pudierais usarlas para hacer aquello que es necesario para el cuerpo pero no dañino para el alma”.


5. “Me habéis dado pies. ¿Por qué no puedo caminar, entonces, hacia donde quiero con ellos?”

Respuesta: “Os he dado pies para que pudierais dejar atrás el amor al mundo y avanzar hacia el descanso y el amor de vuestra alma y hacia mí, vuestro Creador y Redentor”.


6.“Oh Cristo el Juez, soportáis el sufrimiento más doloroso por vuestra libre voluntad. ¿Por qué entonces no puedo poseer honor y ser orgulloso en el mundo?” 

Respuesta: “Amigo, el orgullo humano ha sido soportado tanto tiempo para exaltar la humildad y mostrar mi bondad.  Y debido a que el orgullo no fue creado por Mí sino inventado por el demonio, debe de ser esquivado ya que lleva al infierno.  Pero deberá mantenerse la humildad porque lleva al cielo. Yo, Dios, enseñé esto a través de mi palabra y mi ejemplo.”


7. “Me distéis bienes temporales. ¿Por qué, entonces, no puedo poseer lo que quiero?” 

Respuesta: “Yo he dado y concedido bienes temporales a las personas para que puedan hacer uso racional de los mismos y cambiar los bienes creados por algo no creado, es decir, por Mí, su Señor y Creador, alabándome y honrándome por mi Buena creación y no viviendo de acuerdo a los deseos de la carne.” 


8. “¿Por qué me distéis las extremidades de mi cuerpo si no puedo moverlas y ejercitarlas a voluntad?” 

Respuesta: “Se les dan a las personas las extremidades del cuerpo para que el alma pueda ver en ellas cierto parecido con las virtudes y para que puedan ser instrumentos del alma para el deber y la virtud.” 


9. “¿Por qué distéis la ley y la justicia si no es para buscar venganza?” 

Respuesta: “Ciertamente la justicia y la ley fueron establecidas por Mí para que puedan ser cumplidas con caridad y compasión sobrenaturales, de manera que puedan cimentarse entre los humanos la unidad y la armonía divinas.”


10. “Nos dejasteis tener tranquilidad y descanso, pero, ¿por qué dispusisteis que experimentáramos cansancio y tribulación?” 

Respuesta: “Les di a las personas el descanso y tranquilidad corporales para poder fortalecer la debilidad de la carne y dotar al alma de fortaleza y virtud.  Pero debido a que a veces la carne se vuelve negligentemente insolente, se deben soportar las tribulaciones con alegría, así como todas las demás medidas correctivas.” 


11. “Oh Juez, os pregunto: ¿Por qué nos distéis los sentidos corporales si no hemos de movernos ni vivir de acuerdo a los sentimientos carnales?” 

Respuesta: “Amigo, les di a los humanos sentido y comprensión para que pudiesen meditar sobre el camino de vida y esquivar el camino de muerte.” 


12. “¿Y por qué nos distéis los medios para el sustento carnal, como son los alimentos y otras cosas deleitables, si no hemos de vivir para poder saciar el apetito carnal?” 

Respuesta: “Di alimentos y otras necesidades carnales para el sostenimiento moderado del cuerpo y para que las personas pudiesen ejercer las virtudes del alma con mayor fortaleza, sin debilitarse por un consumo excesivo.” 


13. “¿Por qué nos distéis libre albedrío si no debemos seguir nuestros propios deseos?” 

Respuesta: “Les di a los humanos libre albedrío para que pudiesen entregar su propia voluntad por mí, su Dios y, así, obtener una mayor recompensa.” 


14. “¿Por qué les distéis a los hombres y a las mujeres la semilla del coito y una naturaleza sexual si la semilla no ha de verterse de acuerdo al apetito carnal?” 

Respuesta: “Les di la semilla del coito para que pudiese germinar en el lugar correcto y de la manera correcta y rendir fruto por una causa justa y racional.” 


15. “¿Por qué nos distéis un corazón y una voluntad si no para escoger aquello que sabe más dulce y para amar los deleites más agradables?” 

Respuesta: “Les di a los humanos un corazón para que me pudiesen mantener en él, a Mí, su Dios, que estoy en todo lugar y que soy incomprensible, para que el solo pensar en Mí debiera ser su deleite.” 


16. “Oh Juez, ¿por qué debo buscar la sabiduría de Dios si tengo la sabiduría del mundo?” 

Respuesta: “Amigo, quien sea sabio en relación al mundo es ciego en relación a Mi persona, su Dios.  Por lo tanto, para poder obtener mi sabiduría divina uno debe de buscarla diligente y humildemente.” 


17. “¿Por qué debo de estar apesadumbrado y llorar si tengo alegría y honor mundanos en abundancia?” 

Respuesta: “Quienquiera que tenga honores y alegría mundanos está preocupado por varias inquietudes y se enreda en situaciones amargas que llevan al infierno. Para no desviarse del camino hacia el cielo, uno debe de ser solícito en forma piadosa y rezar y llorar.”   


18. “Decidme: ¿por qué o de qué manera debiera regocijarme cuando hay aflicción de la carne?” 

Respuesta: “Es también muy beneficioso regocijarse en la aflicción y enfermedad del cuerpo, ya que Mi misericordia llega a aquellos afligidos en el cuerpo y por Mi misericordia se acercan más fácilmente a la vida eternal.” 


19. “¿Por qué debo de tener miedo, si tengo la fuerza de mi propio poder?” 

Respuesta: “Además, quienquiera que es fuerte es fuerte por Mí y Yo soy más que fuerte que él. Por lo tanto, uno debe de tener siempre miedo, no sea que se le quite la fuerza.”  


20. “¿Por qué debo de obedecer a los demás si tengo el control de mi propia voluntad?” 

Respuesta: “Quienquiera que tenga su libre elección en sus manos debiera tener miedo y debiera darse cuenta de verdad que nada conlleva tan fácilmente al castigo eterno como una voluntad propia sin un líder.  De acuerdo con esto, cualquiera que entregue su voluntad propia a Mí, su Dios, en obediencia a Mí, tendrá el cielo sin castigo.” 


21. “Oh, Juez, ¿por qué creasteis gusanos que son dañinos y no son útiles?”

Respuesta: “Amigo, como Dios y Juez he creado el cielo y la tierra y todo lo que está en ellos y, sin embargo, nada que no tenga causa ni que no tenga algún parecido a las cosas espirituales.  Así como las almas de las personas santas se asemejan a los santos ángeles quienes viven y son felices, así también las almas de los injustos se convierten en demonios que mueren eternamente.  Por lo tanto, ya que me preguntasteis por qué creé los gusanos, os respondo que los creé para poder demostrar el múltiple poder de mi sabiduría y bondad.  A pesar de que éstos pueden ser dañinos, sin embargo no hacen daño sin mi permiso y únicamente cuando el pecado así lo demanda para que el hombre, quien menosprecia el someterse a su superior, pueda lamentar su capacidad para ser afligido por criaturas menores y, además, para que el hombre pueda saber que es nada sin Mí – a quien sirven  hasta las criaturas más irracionales y están todas a mi entera disposición.”


22. “¿Por qué creasteis las bestias salvajes que también son dañinas para la humanidad?”

Respuesta: “En cuanto a por qué creé las bestias salvajes, Yo respondo: todas las cosas que he creado no sólo son buenas, sino muy buenas y han sido creadas ya sea para su uso o pruebas para la humanidad o para el uso de otras criaturas y para que los humanos puedan servir más humildemente a su Dios, ya que han sido mucho más bendecidos que los demás. Sin embargo, las bestias sí dañan en el mundo temporal por una doble razón. Primero, para que los malvados puedan ser corregidos y estar precavidos y para que las personas malvadas puedan llegar a comprender, a través de sus tormentos, que deben obedecerme a Mí, su superior.  Segundo, también hacen daño a las personas buenas con vistas a su avance en la virtud, así como para su purificación.  Y debido a que la raza humana se rebeló contra Mí, su Dios, a través del pecado, todas esas criaturas que habían estado sujetas a los humanos, consecuentemente se han rebelado en contra de ellos.”


23. “¿Por qué dejasteis que la enfermedad y el dolor entraran en los cuerpos?”

Respuesta: “En cuanto a por qué la enfermedad ataca al cuerpo, Yo respondo que esto sucede como una fuerte advertencia y también sucede por el vicio de incontinencia y exceso, para que las personas puedan aprender una moderación espiritual y paciencia, restringiendo la carne.”


24. “¿Por qué soportasteis la maldad de los malvados jueces que mortifican y hostigan a sus dependientes y subalternos como si fueran esclavos comprados?”

Respuesta: “En cuanto a por qué son tolerados los jueces malvados, lo son para la purificación de los demás y también, debido a mi paciencia, para que, así como al oro lo purifica el fuego, también por medio de la maldad de los truhanes, las almas puedan purificarse e instruirse y refrenarse de hacer lo que no deberían de hacer.  Además, Yo tolero pacientemente a los malvados para separar la paja del trigo de los buenos y para poder satisfacer sus deseos de acuerdo con mi justicia oculta y divina.”


25. “¿Por qué el cuerpo humano sufre aflicción hasta el momento de la muerte?”

Respuesta: “En cuanto a por qué sufre dolor el cuerpo a la hora de la muerte, simplemente es porque una persona deberá ser castigada por medio de aquello en lo cual ha pecado.  Si peca por lujuria desordenada, es justo que esta persona sea castigada con amargura y dolor proporcionales. Por esa razón la muerte comienza para algunas personas en la tierra y durará sin fin en el infierno, mientras que la muerte para otros termina en el purgatorio y comienza una alegría sin fin.”


26. “Oh, Juez, os pregunto: ¿Por qué un infante sale vivo del vientre de su madre y recibe el bautizo, mientras otro habiendo recibido un alma, fallece en el vientre de la madre?”

Respuesta: “Amigo, vuestras preguntas no las hacéis por amor sino a través de mi permiso. De manera que os respondo a través de palabras parecidas.  Preguntáis por qué muere un infante en el vientre de la madre, mientras que otro emerge vivo.  Existe una razón.  Toda la fuerza del cuerpo del niño viene, claro está, de la semilla de su padre y de su madre; sin embargo, si se concibe sin la debida fuerza, por alguna debilidad de su padre o su madre, muere rápidamente.  Como resultado de la negligencia o descuido de los padres, así como de mi justicia divina, muchas veces sucede que lo que se unió se separa rápidamente.

Sin embargo, un alma no es llevada al castigo más severo por esta razón, sin importar cuánto tiempo tuvo para darle vida al cuerpo, a su debido tiempo, viene a la misericordia que es conocida en mí.  Así como el sol que brilla en una casa no es visto tal como es en su belleza – únicamente aquellos que ven el cielo observan sus rayos – así también las almas de dichos niños, a pesar de que no ven mi rostro por falta de bautismo, están no obstante más cerca de mi misericordia que del castigo, pero no de la misma manera que mis elegidos.”


27. “¿Por qué le ocurren muchos contratiempos a una persona justa, mientras que una persona injusta obtiene todo lo que desea?”

Respuesta: “En cuanto a por qué les ocurren reveses a los justos, respondo: Mi justicia es tal que cada persona justa obtiene lo que él o ella desea.  Sin embargo, esa persona no es virtuosa si no desea sufrir reveses por el bien de la obediencia y para la perfección de la justicia, y si no hace buenas obras a su prójimo en el amor divino.  Amigos míos, reflexionando ellos en las cosas que yo, su Dios y Redentor, he hecho por ellos y les he prometido y observando qué mal es el que existe en el mundo, rezan por reveses mundanos en vez de éxitos como un acto de prudencia y por el bien de mi honor y su propia salvación y como una precaución contra el pecado.  De manera que dejo que les acontezcan problemas.  A pesar que algunas personas lo toleran con menos paciencia que otras, aún así no dejo que suceda sin una razón, y estoy con ellos en sus problemas.

Es como un hijo que es castigado por una madre amorosa durante su niñez y sabe muy poco sobre cómo agradecerle, ya que no comprende la razón de la reprensión.  Sin embargo, cuando llega a la edad de la discreción, le agradece a su madre porque, debido a que lo disciplinó, fue apartado de los caminos malignos y creció acostumbrado a los buenos modales y a la disciplina.

Trato a mis escogidos de forma similar.  Ellos me comprometen su voluntad y me aman sobre todas las cosas. Entonces experimentan problemas durante cierto tiempo y, a pesar que no comprenden totalmente mis bendiciones en este momento, hago lo que es mejor para ellos en el futuro.  Contrariamente, debido a que no les importa la justicia y no tienen miedo de infligirle lesión a los demás, y debido a que rezan por cosas transitorias y aman los deleites mundanos, los impíos prosperan durante cierto tiempo y están libres de aflicción debido a mi justicia, para que no cometan más pecados si les llegasen a acontecer reveses.  Sin embargo, no todas las personas malas obtienen las cosas que desean y esto es para que puedan darse cuenta de que está en mi poder darle cosas buenas a quien yo quiera, aún a los desagradecidos, a pesar de que no lo merecen.” 


28. “¿Por qué ocurren la enfermedad, el hambre y otras aflicciones corporales?”

Respuesta: “En cuanto a por qué llegan la enfermedad y el hambre, respondo: Está escrito en la ley que quien comete un robo deberá pagar más de lo que ha tomado.  Debido a que las personas desagradecidas reciben mis regalos y los usan mal y no me dan mi debido honor, por lo tanto exijo más aflicción corporal en el presente para que sus almas puedan ser perdonadas en el futuro.  A veces también perdono el cuerpo pero castigo a las personas en lo que más aman y por medio de lo que más aman, para que la persona que no me reconocía cuando estaba alegre pueda ciertamente recibir el conocimiento y la comprensión cuando esté afligida.”


29. “¿Por qué viene tan inesperadamente la muerte, por lo que muy rara vez puede preverse?” 

Respuesta: “En cuanto a por qué llega la muerte tan inesperadamente, respondo: Si alguien supiese el momento de su propia muerte, esa persona me serviría por miedo y sucumbiría por pesar. Por consiguiente, para que las personas puedan servirme por amor y siempre estén ansiosas por ellas mismas pero seguras de mí, es incierta la hora de su partida y con toda razón.  Cuando la humanidad desechó lo que era certero y verdadero, fue necesario y correcto que fueran afligidos por la incertidumbre.”


30. “¿Por qué permitís que los hombres, que están llenos de ira y envidia deliberadas, vayan a la guerra en espíritu de venganza?”

Respuesta: “En cuanto a por qué permito que los hombres vayan a la guerra llenos de ira, respondo: Cualquiera que está completamente inclinado a hacerle daño a su prójimo es como el demonio y es una extremidad e instrumento del demonio.  Yo le haría mal al demonio si yo le quitara injustamente a su siervo.  Por lo tanto, a pesar que hago uso de mi instrumento para lo que yo quiero, así también es correcto que el demonio deba actuar a través de la persona que quiere que sea su extremidad en vez de la mía y deberá hacer lo que está en derecho de hacer, ya sea para la purgación de otros o para la perfección de su propia maldad – sin embargo únicamente hasta donde yo lo permito y como lo requiere el pecado.”


31. “Oh, Juez, os pregunto: ¿Por qué se usan las palabras feo y bello en el mundo?”

Respuesta: “Amigo, en el mundo, feo y bello son como amargo y dulce.  La fealdad del mundo, lo cual es adversidad y desprecio del mundo, es como una especie de amargura favorable para la salud del justo.  Lo bello del mundo es su prosperidad, lo cual es como una especie de dulzura congraciadora, falsa y seductora.  Por lo tanto, a quienquiera que rehúya la belleza del mundo y escupa su dulzura no le llegará la fealdad del infierno ni probará su amargura, en su lugar ascenderá a mi felicidad. Por lo tanto, para poder escapar de la fealdad del infierno y ganar la dulzura del cielo, es necesario buscar la fealdad del mundo en vez de su belleza.  A pesar de que hice todas las cosas bien y que todas las cosas creadas son muy buenas, deberá emplearse gran precaución hacia la cosas que podrían presentar una ocasión de daño al alma para aquellos que hacen uso irracional de mis regalos.”


32. “¿Por qué debo odiar la belleza del mundo, viendo que soy bello y de una noble alcurnia?”

Respuesta: “En cuanto a por qué no debéis ufanaros sobre vuestro abolengo, respondo: De vuestro padre recibisteis la inmundicia y putrefacción más fea; en el vientre de vuestra madre estabais como muerto y todo sucio.  No estaba en vuestro poder nacer de padres nobles o no-nobles. En vez de eso, mi ternura y bondad os trajo a esta luz.  De manera que vosotros, que os llamáis nobles, os humilláis debajo de mí, vuestro Dios, quien permitió que nacierais de padres nobles.  Vivid en armonía con vuestro prójimo, quien está hecho de la misma materia que vos, aunque por mi providencia sois de nacimiento noble, tal como lo ve el mundo, mientras que él es de nacimiento humilde.  De hecho, oh noble hombre, deberíais tener más temor que el hombre de bajo nacimiento, porque cuanto más noble y rico se es, más estricta será la cuenta que se os exija y mayor será el juicio, ya que habéis recibido más.” 


33. “¿Por qué no me exalto por encima de los demás, viendo que soy rico?”

Respuesta: “En cuanto a por qué no debéis enorgulleceros por las riquezas, respondo: Las riquezas del mundo os pertenecen únicamente a vos en tanto las necesitéis para alimentos y vestimenta.  El mundo fue hecho para esto: que el hombre, teniendo sustento para su cuerpo, pueda a través del trabajo y humildad, volver a mí, su Dios, a quien menospreció con su desobediencia y descuidó con su orgullo.  Sin embargo, si clamáis que los bienes temporales os pertenecen, os aseguro que efectivamente, estáis usurpando a la fuerza para todo lo que poseéis más allá de vuestras necesidades.  Todos los bienes temporales debieran pertenecerle a la comunidad y ser igualmente accesibles a los necesitados por caridad.

Usurpáis para vuestra propia posesión superflua, las cosas que deberían darse a los demás por compasión.  Sin embargo, muchas personas poseen mucho más que los demás pero de manera racional y lo distribuyen de manera discreta.  Por lo tanto, para que no seáis acusado más severamente en el juicio porque recibisteis más que los demás, es aconsejable que no os pongáis a la cabeza de los otros, actuando de manera altiva y acaparando posesiones.  Siendo tan agradable como lo es el tener más bienes temporales que los demás y tenerlos en abundancia, será igualmente y excesivamente terrible y doloroso en el juicio el no haber administrado de manera razonable, aun los bienes tenidos lícitamente.”


34. “¿Por qué no me pongo delante de los demás, viendo que soy más honorable que los otros? ¿Por qué no puedo buscar mi propia alabanza, viendo que soy  bueno y digno de alabanza?”

Respuesta: “En cuanto a por qué no debiera buscarse un auto-halago, respondo: Nadie es bueno en sí mismo, excepto yo, Dios, y cualquiera que sea bueno es bueno únicamente a través de mí.  Por lo tanto, si vosotros, que no sois nada, buscáis halago para vos y no para mí de quien viene todo regalo perfecto, entonces vuestro halago es falso y me hacéis a mí, vuestro Creador, una injusticia.  Debido a que todas las cosas que tenéis provienen de mi, así también todo halago debería dárseme a mí.  Y así como yo, vuestro Dios, os confiero todos los bienes mundanos – fuerza, salud, conocimiento y discernimiento para considerar lo que es para vuestro beneficio, así como el tiempo y la vida – así también únicamente Yo debería ser glorificado en todo, es decir, si hacéis buen uso y uso racional de las cosas que os he dado.  Sin embargo, si hacéis mal uso de ellas, entonces la culpa es vuestra y la ingratitud es vuestra.” 


35. “Si le hago favores a otras personas, ¿por qué no puedo demandar remuneración?”

Respuesta: “En cuanto a por qué no debiera buscarse una remuneración temporal por las buenas obras en el presente, os respondo: Cuando alguien le hace algo bueno a los demás con la intención de querer, no una recompensa humana, sino para obtener únicamente una recompensa como la que yo, Dios, pudiese querer otorgar, entonces él o ella obtendrá mucho a cambio de poco, algo eterno por algo temporal.  Pero una persona que busca algo mundano a cambio de los bienes temporales obtendrá lo que él o ella desea y perderá el bien eterno.  Por lo tanto, para poder obtener un bien eterno a cambio de uno fugaz, es más ventajoso no buscar una recompensa humana sino una que venga de mí.”


36. “Oh, Juez, os pregunto: ¿Por qué permitís que sean colocados dioses en los templos y reciban honor como Vos, a pesar que vuestro reino es más noble que todos los demás?”

Respuesta: “Mi amigo, yo soy Dios, el creador de todo, quien no hace más injusticia al malvado que al bueno, porque soy la justicia en sí.  Está de acuerdo a mi justicia que el ingreso al cielo debe ganarse a través de una fe inmutable, esperanza racional y amor ferviente.  Una persona delibera más frecuentemente y adora más amorosamente aquello que el corazón ama más y ama con mayor fervor.  Así es con los dioses que se colocan en los templos – a pesar de que no son dioses ni creadores, ya que hay tan sólo un único creador, yo mismo, Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo.  Pero los dueños de los tiempos y las personas en general aman más a los dioses de lo que me aman a mí, buscando alcanzar el éxito mundano en vez de vivir conmigo.

Si yo fuera a destruir las cosas que las personas aman más que a mí e hiciera que las personas me adoraran en contra de su voluntad, entonces ciertamente les haría una injusticia quitándoles su libre albedrío y deseo.  Debido a que no tienen fe en mí y en sus corazones hay algo más deleitable que yo, les permito razonablemente producir externamente lo que ellos aman y ansían en sus mentes.  Debido a que aman la creación más que a mí, el Creador, a quien pueden conocer por los signos y obras probables, si tan sólo hicieran uso de su razón y, porque están ciegos,  maldita es su creación y malditos son sus ídolos.  Ellos mismos sentirán vergüenza y serán sentenciados por su insensatez, porque rechazan el comprender cuán dulce soy, su Dios, quien creó y redimió a la humanidad por un ferviente amor.”


37. “¿Por qué no dejáis que las personas vean vuestra gloria en esta vida para que la puedan desear más fervientemente?”

Respuesta: “En cuanto a por qué no se ve mi gloria, respondo: Mi gloria es inefable y no puede compararse a nada en dulzura y bondad.  Si pudiese verse mi gloria tal como es, el cuerpo humano corruptible se volvería débil y fallaría, igual que fallaron los sentidos de aquellos que vieron mi gloria en el monte.  Además, debido a la alegría del alma, el cuerpo dejaría de trabajar y sería incapaz de actividad física. Ya que no hay entrada al cielo sin el trabajo de amor y, para que la fe pueda tener su recompensa y el cuerpo pueda trabajar, mi gloria, por lo tanto, está escondida por un tiempo para que, a través del deseo y la fe, pueda ser vista más plenamente con mayor felicidad para siempre.”


38. “Ya que vuestros santos y ángeles son más nobles y más santos, por encima de las demás criaturas, ¿por qué no los ven las personas en esta vida?”

Respuesta: “En cuanto a por qué no se ven los santos como son, respondo: Si mis santos fuesen abiertamente visibles y se les viera hablar, entonces se les daría honor a ellos como a mí mismo, y la fe no tendría mérito.  Además, la carne débil no sería capaz de verlos y no está en concordancia con mi justicia que dicha gran debilidad pudiese contemplar una visión tan espléndida.

Consecuentemente, mis santos no se escuchan ni se ven como son, para que yo reciba todo el honor y para que las personas puedan saber que no se ha de amar a nadie más que a mí. Si mis santos aparecen a veces, sin embargo, no es en la forma de gloria en la cual realmente viven, sino en vez de eso, en la forma en que pueden ser vistos sin confundir a la inteligencia física, manteniendo escondido su pleno poder.”


39. “Ya que los castigos del infierno son horriblemente incomparables, ¿por qué no dejáis que las personas los vean en esta vida para que puedan huir de ellos?”

Respuesta: “En cuanto a por qué no se ven los castigos del infierno, respondo: Si los castigos del infierno pudiesen verse como son, las personas quedarían completamente congeladas de miedo y buscarían el cielo por miedo en vez de por amor.  Debido a que nadie debiera desear la felicidad del cielo por miedo al castigo, sino por amor divino, los castigos permanecen, por lo tanto, escondidos por ahora.  Claro está, así como las personas buenas y santas no experimentan exactamente esa clase de felicidad indescriptible antes de la separación del cuerpo y el alma, tampoco pueden los malvados experimentar sus castigos.  Pero una vez el alma se ha separado del cuerpo, entonces descubren esas experiencias, las cuales no estaban dispuestos a sondear con su inteligencia mientras todavía eran capaces de hacerlo.”


40. “Ya que los demonios son incomparablemente feos y malformados, ¿por qué no son visibles al humano y así, entonces, nadie los seguiría ni les darían su consentimiento?”

Respuesta: “En cuanto a por qué los demonios no hacen aparición visible, respondo: Si su fealdad horrible fuese vista tal como es, el alma de la persona que la viese perdería su cordura con sólo verla y todo su cuerpo se estremecería y encogería como alguien que tiembla de miedo y todo su corazón fallaría y moriría de terror y sus pies no podrían sostener el peso de sus extremidades. Para que el alma permanezca firme en sus sentidos  y su corazón vigilante en mi amor, y su cuerpo capaz de laborar a mi servicio, la fealdad de los demonios, por lo tanto, está escondida – también para verificar sus propósitos malignos.”


41. “Oh, Juez, os pregunto: ¿Por qué parecéis ser injusto con vuestros regalos y gracias en el sentido de que le dais preferencia a María, Vuestra madre, antes que toda otra criatura y la habéis exaltado por encima de los ángeles?”

Respuesta: “Amigo, en mi divinidad están contenidas todas las cosas futuras y todo lo que se hará, así como todo lo que se ha hecho, todo ello habiendo sido previsto y sabido de antemano desde el principio.  Así como el otoño de la humanidad fue algo sabido de antemano y permitido por la justicia de Dios, pero no realizado a través de Dios ni algo que tenía que pasar debido al previo conocimiento que tenía Dios, así también se sabía de antemano desde la eternidad que la liberación de la humanidad se realizaría a través de la misericordia de Dios.

Preguntáis por qué preferí a Mi Madre, María, por encima de todos los demás y la amé por encima de toda criatura.  Esto es porque en Ella se encontró una marca especial de virtud.  Así como cuando los leños se apilan y se enciende el fuego, ese leño, que es más capaz y apto para ser quemado, se enciende más rápido y comienza a quemarse, igual fue con María.  Cuando el fuego del amor divino, el cual en sí mismo es inmutable y eterno, comenzó a prender y a ser visto, y la divinidad deseó encarnarse, no había criatura más capaz y más apta para recibir este fuego de amor que la Virgen María, porque ninguna criatura ardía con tal caridad divina como ella.  Y a pesar de que su amor ha sido mostrado y revelado en la última era, sin embargo fue previsto antes del principio del mundo.  Por lo tanto, estaba predeterminado en la divinidad desde toda la eternidad y, así como no se encontró a nadie como ella en la caridad, así tampoco nadie se igualaría a ella en gracia y bendición.”


42. “¿Por qué les disteis a los ángeles un espíritu sin cuerpo y el estado de alegría celestial, mientras que a la humanidad le disteis un espíritu en un recipiente mundano, un nacimiento lloroso, una vida laboriosa y una muerte dolorosa?”

Respuesta: “En cuánto a por qué le di al ángel un espíritu sin cuerpo, respondo: Creé a los espíritus en el principio, antes del tiempo y de las eras, para que pudiesen regocijarse en mi bondad y gloria, de acuerdo a mi voluntad y por su libre albedrío.  Algunos de ellos se volvieron orgullosos y convirtieron el bien en mal para ellos mismos, haciendo un uso desordenado de su libre albedrío. Consiguientemente, ellos cayeron, porque no había nada malvado en la naturaleza ni en la creación, excepto el desorden de la libre voluntad.  Otros espíritus escogieron permanecer en humildad debajo de mí, su Dios;  por consiguiente, ellos se ganaron un estado de estabilidad eterna, porque es correcto y justo que yo, Dios, que soy un espíritu no creado y creador y Señor de todas las cosas, tenga espíritus, que son más etéreos y raudos que las demás criaturas, para que me sirvan. 

Debido a que seguramente no era apropiado que se me disminuyera mi ejército celestial, para tomar el lugar de los ángeles caídos, creé a los seres humanos quienes, por su libre opción y libre voluntad, podrían ganarse el mismo rango que los ángeles habían abandonado.  Y así, si hubiesen tenido un alma sin cuerpo, no hubiesen podido ganar un bien tan grande, ni haber luchado por él.  La obtención de la gloria eterna es la razón por la que el alma se une al cuerpo.  Las penurias también se les acrecientan para que puedan poner a prueba su poder de selección, así como su debilidad, para que no volverse orgullosos.  Asimismo, la justicia divina también les ha otorgado una entrada llorosa y una salida llorosa, así como una vida laboriosa, para que puedan desear la gloria para la cual fueron creados y hacer enmienda por su desobediencia voluntaria.”


43. “¿Por qué le disteis a la humanidad un intelecto y un sentido racionales, pero no le disteis razonamiento a los animales?”

Respuesta: “En cuanto a por qué los animales no tienen un intelecto racional como los humanos, os respondo: Todas las cosas, cualesquiera que hayan sido creadas, son para el uso de la humanidad, ya sea para sus necesidades y mantenimiento o para su formación y corrección o para su comodidad y humillación. Si las bestias brutas tuviesen un intelecto humano, seguramente le causarían problemas a los hombres y causarían daño en vez de beneficio.  Por lo tanto, para que todas las cosas puedan estar sujetas a la humanidad, para cuyo bien fueron hechas todas las cosas, y para que todas las cosas le pudieran temer a la misma pero que no le temieran a nadie más que a Mí, su Dios, por esta razón no se les dio un intelecto racional a los animales.” 


44. “¿Por qué le disteis vida a los animales y no a otras criaturas fatuas?”

Respuesta: “En cuanto a por qué las cosas fatuas no tienen vida, yo respondo: Todo lo que vive morirá y toda cosa viviente está en movimiento, a menos que algún obstáculo se lo impida. Si las cosas fatuas tuviesen vida se moverían más en contra de la humanidad que a favor de la misma.  Por lo tanto, para que todas las cosas fuesen una comodidad para la humanidad, se les dieron seres más altos o ángeles para que fuesen sus guardianes, con los cuales comparten la razón y la inmortalidad del alma.  Se les dieron los seres más bajos, tanto criaturas sensatas como fatuas, para su uso y mantenimiento, así como para su educación y ejercicio.” 


45. “¿Por qué no hay luz durante la noche, igual que durante el día?”

Respuesta: “En cuanto a por qué no siempre hay luz de día, respondo con una comparación. Hay ruedas debajo de toda carreta o carretón para que la carga pueda moverse hacia delante más fácilmente y las ruedas de atrás siguen a las de enfrente. Es similar en los asuntos espirituales. El mundo es una gran carga, oprimiendo a la humanidad con problemas y esfuerzo.  Esto no es de asombrar, porque cuando los humanos desdeñaron el lugar de descanso, lo correcto era que experimentaran el lugar de laboriosidad.  Para que pudiesen tolerar más fácilmente la carga de este mundo, es decir, una alternación y cambio de tiempo, se les dieron el día y la noche, verano e invierno, para  su descanso y ejercicio.  Cuando se encuentran los contrarios, como lo fuerte y lo débil, es razonable condescender a la parte débil para que pueda mantenerse con la ayuda de la fuerte; de lo contrario la débil sería destruida.

Así también ocurre con la humanidad. A pesar de que en virtud de sus almas inmortales podrían continuar en contemplación y trabajo, no obstante tropezarían en virtud de su cuerpo débil.  La luz se hizo para que los humanos, que comparten tanto una naturaleza alta como una baja, pudiesen mantenerse, trabajando de día y recordando lo dulce de la luz eterna que habían perdido. La noche se hizo para el bien del descanso corporal, para que pudiesen tener el deseo de alcanzar el lugar en donde no hay noche ni trabajo, sino un día perpetuo y una gloria sin fin.”


46. “Oh, Juez, os pregunto: Dado que sois lo más poderoso y bello y virtuoso, ¿por qué cubristeis vuestra divinidad, la cual es incomparablemente más brillante que el sol, con un saco así – quiero decir vuestra naturaleza humana?”

Respuesta: “Amigo, os responderé con una comparación.  Hay una variedad de uvas cuyo vino es tan fuerte que sale de las uvas sin el contacto con el hombre. El dueño espera que maduren y entonces simplemente coloca la copa bajo las mismas. El vino no espera la copa sino la copa espera al vino. Si se colocan varias copas debajo de ellas, el vino corre a la copa que esté más cerca. Esta vid representa mi divinidad, la cual está tan llena de amor divino que todos los coros de los ángeles están llenos de él y todas las cosas, sin importar qué, participan del mismo. Pero la raza humana se volvió indigna del mismo por la desobediencia.

Cuando Dios, mi Padre, quiso manifestar su amor en un punto en el tiempo previsto desde la eternidad, envió su vino, es decir, me envió a mí, su Hijo, a la copa más cercana que esperaba la venida del vino, es decir, al vientre de la Virgen, cuyo amor por Mí era más ferviente que el de cualquier otra criatura.  Esta Virgen me amaba y me ansiaba tanto que no había hora en la cual no me buscara, añorando ser mi sirvienta. Es por esto que ella obtuvo el vino más selecto y este tiene tres cualidades. Primero, tiene fuerza, porque yo emergí sin el contacto de hombre; segundo, un color muy bello, porque bajé de lo alto del cielo en belleza para ir a batalla; tercero, un sabor excelente, embriagado con las bendiciones más altas.  

Este vino, entonces, el cual soy Yo mismo, se vertió dentro de la Virgen de manera que Yo, el Dios invisible, pudiese ser visible y liberar así a la raza humana perdida. Muy bien pude haber asumido cualquier otra forma pero no hubiera sido la justicia de Dios si la forma no hubiese sido dada por su forma, naturaleza por naturaleza, un modo de satisfacción adaptado al modo de ofensa.  ¿Quién de los sabios hubiese creído o pensado que yo, Dios todopoderoso, quisiese rebajarme a tal grado para usar un saco de naturaleza humana, sino por ese amor insondable mío, por el cual quise vivir visiblemente entre los hombres? 

Y, porque vi a la Virgen ardiendo con tal amor ferviente, fue vencida mi severidad divina y mi amor se mostró para poder reconciliar a la humanidad conmigo. ¿Por qué estáis sorprendido? Yo, Dios, que soy el amor en sí, y quien no aborrece a ninguna de las cosas que he creado, dispuse darle a la humanidad no sólo el mejor de los regalos sino aun a Mí mismo, como rescate y recompensa, para que todos los pecadores orgullosos y todos los demonios puedan quedar confundidos.”


47. “¿Cómo es que vuestra divinidad abarca todas las cosas en sí y, sin embargo, no es abarcada por ninguna y contiene todas las cosas y, sin embargo, no es contenida por ninguna?”

Respuesta: “En cuanto a cómo puede envolver mi divinidad todas las cosas en sí, Yo respondo: Yo, Dios, soy espíritu. Hablo y se hace. Doy una orden y todos me obedecen. Realmente soy aquel que le da ser y vida a todos, quien, antes de hacer el cielo y las montañas y la tierra, existía en Mí, que estoy por encima y más allá de todas las cosas, quien está dentro de todas las cosas, y todas las cosas están en Mí, y sin Mí no hay nada. Y debido a que mi Espíritu sopla en donde y cuando quiere, y puede hacer todas las cosas, y sabe todas las cosas, y es más rápido y más ágil que todos los demás espíritus, que posee todo poder, y viendo todas las cosas presentes, pasadas y futuras antes de que sucedan, consecuentemente mi Espíritu, es decir, mi divinidad, es debidamente incomprensible y sin embargo comprende todas las cosas.”


48. “¿Por qué deseasteis quedaros en el vientre de la Virgen tanto tiempo y no emerger tan pronto como fuisteis concebido?”

Respuesta: “En cuanto a por qué me quedé tanto tiempo en el vientre de la Virgen, respondo: Soy el fundador de toda la naturaleza y he dispuesto que cada una y toda la naturaleza tenga una debida medida y un debido tiempo y orden de nacimiento. Si yo, el fundador de la naturaleza, hubiese emergido del vientre en cuanto fui concebido, entonces hubiese actuado en contra de la disposición natural y el haber tomado la naturaleza humana hubiese sido, entonces, fantástico y no real. Por lo tanto, yo quise permanecer en el vientre tanto como los demás niños para que, yo también, pudiese satisfacer mis propias sabias disposiciones del orden natural en mi propio caso.”


49. “Dado que podéis hacer todas las cosas y estáis presente en todos lados, ¿por qué no aparecisteis inmediatamente con la estatura que tuvisteis cuando teníais treinta años de edad?”

Respuesta: “En cuanto a por qué no asumí inmediatamente la misma estatura al nacer que tuve en mi trigésimo año, yo respondo: Si hubiese hecho esto, todos se hubiesen llenado de asombro y temor, siguiéndome más por temor y por los milagros que habían visto, en vez de por amor.  Y, ¿cómo entonces se hubiesen cumplido las cosas dichas por los profetas? Ellos predijeron que Yo sería colocado en un pesebre entre animales y adorado por reyes y presentado en el templo, y perseguido por enemigos. Por lo tanto, para mostrar que mi naturaleza humana era real y que se cumplían en Mí las profecías, mis extremidades crecieron a intervalos de tiempo, a pesar de que estuve tan lleno de sabiduría desde el inicio de mi nacimiento como lo estuve al final.”


50. “Dado que no nacisteis de la semilla de Abraham a través de un padre, ¿por qué quisisteis ser circuncidado?”

Respuesta: “En cuanto a la pregunta de por qué fui circuncidado, respondo: A pesar de que no descendía de Abraham a través de mi padre, sí lo hice a través de mi madre, a pesar de que fue sin pecado.  Por lo tanto, debido a que establecí la ley en mi naturaleza divina, también quise soportarlo en mi naturaleza humana, para que mis enemigos no me difamaran diciendo que yo ordené lo que yo mismo no estaba dispuesto a cumplir.”


51. “Dado que fuisteis concebido y nacido sin pecado, ¿por qué quisisteis ser bautizado?”

Respuesta: “En cuanto a por qué quería ser bautizado, yo respondo: Cualquier que desea fundar o iniciar un camino nuevo, debe guiar a los demás por el camino. A las personas antiguas se les dio el camino de la carne, la circuncisión, como un signo de obediencia y purga futura. Entre los fieles observadores de la ley, esto trajo cierto efecto de gracia futura y una promesa ante la venida de la verdad prometida, es decir, antes de que Yo, el Hijo de Dios, viniera.

Sin la venida de la verdad, sin embargo, debido a que la ley era tan solo una sombra, ya se había determinado eternamente que se desvanecería y perdería su efecto. Para que pueda aparecer la verdad, la sombra retrocede y el camino al cielo es visto más fácilmente; yo, Dios y hombre, nacido sin pecado, quise ser bautizado como un ejemplo de humildad para los demás y para que pudiese abrir el cielo para los creyentes. Como signo de esto, se abrió el cielo cuando Yo mismo fui bautizado y se escuchó la voz del Padre, y el Espíritu Santo apreció en forma de paloma y Yo, el Hijo de Dios, fui revelado en mi verdadera humanidad, para que todos los fieles pudiesen conocer y creer que el Padre abre el cielo para los fieles bautizados.

El Espíritu Santo está presente con el ministro que administra el bautismo y mi naturaleza humana está virtualmente presente en el elemento material, pero la acción y la voluntad son una y pertenecen conjuntamente al Padre y a Mí mismo y al Espíritu Santo.  Con la venida de la verdad, es decir, cuando Yo, quien soy la Verdad, vine al mundo, inmediatamente desapareció la sombra, se rompió el caparazón de la ley y apareció la semilla; cesó la circuncisión y yo mismo establecí el bautismo por medio del cual está abierto el cielo a jóvenes y ancianos y los niños de la ira se convierten en hijos de gracia y vida eterna.”


52. “Oh, Juez, os pregunto: Debido a que sois Dios y hombre, ¿por qué no revelasteis vuestra naturaleza divina igual que vuestra naturaleza humana y, así todos hubieran creído en Vos?”

Respuesta: “Oh, amigo, os respondo a vosotros y, sin embargo, no a vosotros. Os respondo a vosotros para que la maldad de vuestros pensamientos pueda darse a conocer a los demás. Sin embargo, no os respondo a vosotros porque estas cosas no son reveladas para vuestro beneficio sino para provecho y advertencia a la presente generación y a las generaciones futuras. Ya que no tenéis la intención de cambiar vuestra actitud obstinada, no pasaréis de vuestra muerte a mi vida, porque, mientras todavía estáis vivos odiáis la verdadera vida.  Otros, sin embargo, que han escuchado sobre vuestra vida, o mejor dicho, vuestra muerte, pasarán al otro lado y volarán a mi vida.  Ciertamente, está escrito que, para los santos, todas las cosas funcionan juntas hacia el bien; y Dios no permite que pase nada sin una causa. Por lo tanto os respondo, pero no como aquellos que hablan de manera humana, porque estamos dialogando sobre cosas espirituales, sino de tal manera que vuestros pensamientos y sentimientos puedan comunicarse a los demás por medio de símiles.

Preguntáis, entonces, por qué no mostré abiertamente mi naturaleza divina al igual que mi naturaleza humana.  La razón es que mi naturaleza divina es espiritual y mi naturaleza humana es corporal.  Sin embargo, las naturalezas divina y humana son y eran inseparables desde que fueron unidas por primera vez. Mi divinidad no es creada y todas las cosas que existen son hechas en ella y a través de ella y toda perfección y belleza se encuentra en ella. Si dicha belleza y perfección fuese visible a los ojos de barro, ¿quién podría soportar la visión? ¿Quién podría mirar hacia el sol físico en toda su brillantez? ¿Quién no estaría aterrorizado con la visión de un rayo y el sonido del trueno? ¡Cuán mayor sería el terror si el Señor de los rayos y el Creador de todas las cosas fuese visto en su esplendor!

Mi divinidad no fue revelada abiertamente por dos razones.  La primera razón es la debilidad del cuerpo humano, cuya sustancia es mundana. Si cualquier cuerpo humano viese la divinidad, se derretiría como la cera frente al fuego, y el alma se regocijaría con tal exaltación que el cuerpo sería reducido, así como está, a cenizas. La segunda razón es la inmutabilidad de la bondad divina. Si yo fuese a mostrarle mi divinidad a los ojos corporales, lo cual es incomparablemente más radiante que el fuego y el sol, entonces me estaría contradiciendo. Porque he dicho: ‘Nadie me verá y vivirá.’ Ni siquiera los profetas mismos me vieron como soy en mi naturaleza divina. Aquellos que escucharon la voz de mi divinidad y vieron la montaña ardiendo se aterrorizaron y dijeron: ‘Dejad que Moisés nos hable y lo escucharemos.’ Es por esto que Yo, Dios misericordioso, para que la humanidad me pueda entender, me revelé a ellos en forma humana similar a la de ellos, la cual podían ver y tocar y en la cual está oculta la naturaleza divina, de manera que las personas no se aterroricen con una forma como la propia.  En tanto, soy Dios, no soy corporal y no puedo ser representado de manera corporal; pero las personas pueden resistir verme y escucharme en mi naturaleza humana.”  


53. “¿Por qué no dejasteis que vuestras palabras fuesen escuchadas en un instante y, entonces, no hubiese sido necesario que las mismas fuesen predicadas a intervalos de tiempo?”

Respuesta: “En cuanto a por qué no pronuncié mis palabras en una sola hora, os respondo: Así como es materialmente imposible que el cuerpo ingiera tanta comida en una hora, como podría tolerar en un gran número de años, así también va en contra de la disposición divina que mis palabras, las cuales son el alimento del alma, sean dichas todas en una única hora.  Así como los alimentos del cuerpo se ingieren en pequeñas cantidades a la vez, para que puedan masticarse y luego digerirse, así también mis palabras tuvieron que ser pronunciadas, no en una hora, sino durante intervalos de tiempo en proporción a la comprensión de quienes les sacarían provecho, para que los hambrientos pudiesen tener algo que los llenase y luego ser incitados a cosas más altas.”


54. “¿Por qué no realizasteis todas vuestras obras en una sola hora?”

Respuesta: “En cuanto a por qué no realicé todas mis obras en un instante, respondo: Algunos de aquellos que me vieron encarnado llegaron a creer en Mí, otros no.  Fue, consecuentemente, necesario que quienes no creyeron fuesen enseñados por medio de palabras a intervalos de tiempo y, a veces, ser incitados por el ejemplo y fortalecidos por obras. Para aquellos que no creyeron, sin embargo, fue justo y correcto que su disposición malvada fuese divulgada y tolerada, hasta donde mi justicia divina lo podría permitir.  Si yo hubiese realizado todas mis obras en  un instante, todos me hubieran seguido por temor y no por amor y, en ese caso, ¿cómo se hubiese cumplido el misterio de la redención humana?

Así como al principio de la creación del mundo todas las cosas se hicieron en distintos momentos y de diferentes maneras – a pesar de que todas las cosas que habrían de hacerse estaban inmutablemente presentes, todas juntas en mi presciencia divina – así también en mi naturaleza humana todo se llevó a cabo racional y distintamente para la salvación y edificación de todos.”


55. “¿Por qué vuestro cuerpo creció durante intervalos de tiempo y no en un instante?”

Respuesta: “En cuanto a por qué mi cuerpo creció durante cierto número de años y no instantáneamente, yo respondo: El Espíritu Santo, quien está eternamente en el Padre y en Mí, el Hijo, le reveló a los profetas lo que Yo haría y lo que sufriría cuando viniera encarnado.  Consiguientemente, le agradó a Dios que Yo tomara un cuerpo tal, en el cual podría trabajar desde la mañana hasta la noche y de un año al otro, hasta el último momento de la muerte. Por lo tanto, para que no parecieran sin significado las palabras de los profetas, Yo, el Hijo de Dios, tomé un cuerpo como el de Adán, pero sin pecado, para que yo fuera como aquellos a quienes iba a redimir.  De esta manera, el hombre, quien se había alejado de Mí, pudiese por medio del amor, ser guiado de regreso y, habiendo muerto, pudiese ser resucitado y, habiendo sido vendido, pudiese ser redimido.” 


56. “A medida que se acercaba vuestra muerte, ¿por qué no os revelasteis en vuestro poder divino y por qué no mostrasteis vuestra severidad a vuestros enemigos, cuando dijisteis: ‘Todo se ha cumplido’?”

Respuesta: “En cuanto a por qué no revelé mi poder divino y mi verdadera naturaleza divina a todos, cuando estando en la cruz dije: ‘Todo se ha cumplido’, Yo respondo: Fue necesario que todo lo que se había escrito sobre mí se cumpliese.  Consecuentemente, lo cumplí todo hasta el último detalle.  Debido a que muchas cosas también se habían predicho sobre mi resurrección y ascensión, fue necesario que ellas también llegasen a pasar.

Si mi poder divino hubiese sido revelado a la hora de mi muerte, ¿quién se hubiera atrevido a bajarme de la cruz y enterrarme?  Y, entonces, hubiera sido una pequeña cosa para mí bajar de la cruz y derribar a quienes me crucificaron - pero, entonces, ¿cómo se hubiese cumplido la profecía o en dónde hubiese estado mi virtud de paciencia?  Y si yo me hubiese bajado de la cruz, ¿hubiesen todos creído entonces?  ¿No hubiesen dicho que Yo lo había hecho todo por medio de un arte maligno?

Dado que estaban indignados cuando resucité a los muertos y curé a los enfermos, ¡hubiesen dicho mucho más si yo me hubiera bajado de la cruz!  Por lo tanto, para poder liberar a los cautivos, Yo, que estaba libre, me hice cautivo; y para poder salvar a los culpables, Yo, que estaba libre de culpa, me mantuve firme en la cruz. Por mi firmeza estabilicé a quien estaba desestabilizado y fortalecí a quien estaba sin fuerzas.”


57. “Oh, Juez, os pregunto: ¿Por qué preferisteis nacer de una virgen en vez de otra mujer que no era virgen?”

Respuesta: “Oh, amigo, preferí nacer de una virgen en vez de una mujer que no fuese virgen porque quien sea la más pura me viene bien a mí, que soy Dios purísimo.  Mientras permaneció dentro del orden de su creación, la naturaleza humana no tenía deformidad alguna.  Pero una vez se transgredió el mandamiento, inmediatamente surgió una sensación de vergüenza, así como le pasa a las personas que pecan en contra de su señor temporal, que se avergüenzan aún de las mismísimas extremidades con las cuales han pecado.  Junto con la vergüenza por la transgresión, también surgió un impulso desordenado, especialmente en los órganos reproductivos.  Sin embargo, para que este impulso no fuese improductivo, por medio de la bondad de Dios se volvió bueno y, a través de un mandamiento divino, se estableció el acto de la unión carnal para que esa naturaleza rindiera sus frutos. 

Sin embargo, ya que conlleva más gloria actuar por encima y más allá del mandamiento, añadiendo cualquier bien al cual uno es llevado a hacer por amor, le complació a Dios escoger para su obra la institución que tendía a mayor pureza y amor, y eso es la virginidad.  Porque es más virtuoso y generoso estar en el fuego de la tribulación y no quemarse, que estar sin fuego y todavía querer ser coronado.

Ahora, debido a que la virginidad es como la ruta más hermosa hacia el cielo, mientras que el matrimonio es más como un camino, me venía bien a mí, Dios purísimo, descansar en una virgen purísima. Así como fue creado el primer hombre a partir de la tierra virgen, todavía no contaminada por sangre y, debido a que Adán y Eva cometieron su pecado mientras todavía estaban en un estado sano de naturaleza, así también yo, Dios, quise ser recibido en el receptáculo más puro para transformar todo con mi bondad.”  


58. “¿Por qué no mostrasteis con un signo visible que ella era una madre y una virgen  pura?”

Respuesta: “En cuanto a por qué no mostré por medio de signos abiertos que mi madre era madre y virgen, respondo: Les anuncié a los profetas todos los misterios de mi encarnación, para que estos misterios fuesen creídos más firmemente cuando con mayor antelación hubiesen sido predichos.  Para demostrar que mi madre era realmente una virgen antes y después de dar a luz, fue suficiente el testimonio de José, en tanto que él era el guardián y testigo de su virginidad.

Aunque su castidad hubiese sido mostrada por un milagro más evidente, los no creyentes, por maldad, no hubiesen cedido en su blasfemia.  Tales personas no creen que una virgen pudo concebir por medio del poder divino, porque no se dan cuenta que es más fácil para mi, Dios, hacer esto que para el sol penetrar el vidrio. Y, claro está, la justicia divina mantuvo el misterio de la encarnación de Dios oculto del demonio y de los hombres, el cual habría de ser revelado en el tiempo de gracia. Ahora, de hecho, afirmo que mi madre es realmente madre y virgen.  

Así como fue de maravilloso el poder divino al formar a Adán y Eva, y así como su convivencia juntos fue encantadora y virtuosa, así también hubo una maravillosa bondad en la llegada de mi divinidad a la virgen, porque mi divinidad incomprensible descendió dentro de un receptáculo cerrado sin haberlo violado.  Y hubo una cohabitación encantadora conmigo allí, en tanto que yo, Dios, que estoy en todos lados en mi divinidad, estuve allí encerrado en la humanidad.

Maravilloso, también, fue el poder mostrado allí, porque yo, Dios sin cuerpo, dejé el vientre en un cuerpo, y sin embargo su virginidad permaneció intacta.  Por lo tanto, debido a que (a) la humanidad (le) es difícil en cuanto a creer, a pesar que mi madre es amiga de toda la humildad, me complació consecuentemente ocultar su belleza y perfección durante cierto tiempo para que mi madre pueda merecer ser recompensada más perfectamente y para que yo, Dios, pueda ser glorificado más en ese momento, cuando yo quiera cumplir mis promesas de recompensar a los buenos y castigar a los malvados.”


59. “¿Por qué escondisteis vuestro nacimiento, de manera que fue conocido únicamente por pocos?”

Respuesta: “En cuanto a por qué no le (plural?) divulgué mi nacimiento a las personas en general, respondo:  A pesar que el demonio perdió la dignidad de su primer estado, no perdió su astucia, la cual le pertenece para probar a los buenos y para su propia vergüenza.  Para que mi forma humana pudiese crecer y llegar a su edad determinada, fue necesario ocultar (suena mejor “ocultarle a”) del demonio el misterio de mi religión, porque yo quería entrar en combate con el demonio en forma oculta, y porque resolví ser despreciado para poder vencer el orgullo humano.

Ciertamente, los mismísimos maestros de la ley, que leyeron en sus libros, me despreciaron porque vine como un hombre humilde y, porque eran orgullosos, no querían escuchar sobre la justicia, la cual proviene de la fe de mi redención.  Por lo tanto, estarán confundidos cuando el ’hijo de la perdición’ venga en su orgullo.  Si yo hubiese venido en el mayor poder y la mayor gloria, ¿entonces se hubiesen vuelto humildes los orgullosos?  ¿Entrarán (ahora) los orgullosos al cielo?  ¡Ciertamente no!  Yo vine como un hombre humilde para que las personas pudiesen aprender humildad.  Y me oculté de los orgullosos porque ellos no querían comprender, ni mi justicia ni a ellos mismos.” 


60. “¿Por qué huisteis a Egipto debido a Herodes y por qué permitisteis que fuesen asesinados los niños inocentes?”

Respuesta: ”En cuanto a por qué huí de Egipto, respondo: Antes que el mandamiento hubiese sido transgredido, había sólo un camino al cielo, ancho y brillante. Era ancho en la abundancia de virtudes y brillante en sabiduría divina y en la obediencia de una buena voluntad.  Una vez cambió esa voluntad, se hicieron dos caminos.  Uno llevaba al cielo, el otro se alejaba del mismo.  La obediencia llevaba al cielo, la desobediencia descarriaba.  Y porque la opción entre el bien y el mal se encontraba en la voluntad humana, es decir, obedecer o no obedecer, las personas pecaron cuando deseaban algo diferente a lo que yo quería que desearan.

Para poder salvar a la humanidad, era justo y correcto que alguien, que pudiera redimirlos, viniera, alguien que también era perfectamente obediente e inocente, alguien hacia quien podrían mostrar amor quienes quisieran, así como aquellos que podrían mostrar malicia.  Sin embargo, no era correcto que fuese enviado un ángel a redimir a la humanidad, porque yo, Dios, no le doy mi gloria a los demás.  Tampoco se pudo encontrar una persona humana que me apaciguara por su propio bien, mucho menos por el de los demás.  De manera que yo, Dios, el único Justo, vine a hacer que todo fuese justo.  Mi huída a Egipto reveló la flaqueza de mi naturaleza humana y cumplió una profecía.  También dio un ejemplo a aquellos que iban a venir, porque deberá evitarse la persecución  en cierto momento para la mayor gloria de Dios en el futuro.  Mi escape de mis perseguidores mostró que mi plan divino sobrepasó los planes humanos, porque no es fácil pelear en contra de Dios.  Además, la matanza de los infantes fue un signo de mi futura pasión y un misterio de vocación y caridad divina.

A pesar que los infantes en sí no dieron testimonio de mí con su voz y boca, sin embargo lo profesaron con su muerte, así como venía bien a mi propia infancia.  Ciertamente había sido previsto que se cumpliría la alabanza a Dios, aún con la sangre de los inocentes.  Y, a pesar que la malicia de los injustos cayó sobre ellos, con mi permiso divino, el cual es siempre justo y benévolo, no los expuso con injusticia sino para que divulgaran la malicia humana y el incomprensible propósito y bondad de Dios.  Así, cuando hizo erupción la maldad injusta en contra de los niños, allí abundaron justamente el mérito y la gracia y, donde no hubo un testimonio verbal o edad adecuada, el derramamiento de sangre les dio el mayor bien.”


61. “¿Por qué permitisteis ser blasfemado y permitisteis que la falsedad prevaleciera sobre la verdad?”

Respuesta: “En cuanto a por qué permití ser blasfemado, respondo: Está escrito que cuando el Rey David evitaba la persecución de su propio hijo, cierto hombre lo maldijo en el camino.  Cuando sus sirvientes quisieron matar al hombre, David se los prohibió por dos razones: primero, porque tenía esperanza de volver; segundo, porque estaba conciente de su propia debilidad y pecado y de la ignorancia de aquel que lo había maldecido, así como de la paciencia y bondad de Dios.  Yo soy David, hablando figurativamente.

Las personas me persiguieron con sus actos malvados, como un esclavo que persigue a su amo, y me arrojan de mi propio reino, es decir, fuera del alma que yo creé y que es mi reino.  Entonces encuentran culpa en mí, así como el criminal encuentra falta en su sentencia, y hasta blasfeman en mi contra, porque soy paciente.  Debido a que soy manso, sufro su necedad.  Porque soy el Juez, espero hasta el último momento a que ellos se conviertan. Finalmente, debido a que las personas en general creen más en la falsedad que en la verdad, y aman al mundo más que a mí, su Dios, no es de extrañar que los malvados sean tolerados en su maldad, porque ellos no quieren ni buscar la verdad ni recuperarse de su maldad.”


62. “Oh, Juez, os pregunto: ¿Por qué es retirada rápidamente vuestra gracia de algunas personas, mientras otras son toleradas en su maldad durante mucho tiempo?”

Respuesta: “Amigo, todas mis obras existen desde el principio en mi presciencia, y todo lo que ha sido hecho fue creado para la comodidad y solaz de la humanidad.  Sin embargo, debido a que las personas en general prefieren su propia voluntad a la mía, las cosas buenas que se les dieron gratuitamente les son, por lo tanto, quitadas justamente para que puedan saber que todo lo concerniente a Dios es racional y justo.  Y, debido a que muchas personas son desagradecidas con mi gracia y se vuelven menos devotas entre más dones se les dan, los dones les son, por lo tanto, quitados para revelar más rápidamente mi divino propósito y para que las personas no puedan abusar de mi gracia y recibir una sentencia más dura.

La razón por la cual se toleran algunas personas en su maldad durante mucho tiempo es que muchas de ellas sí tienen algo tolerable que mostrar en medio de sus fechorías. Ellos actúan como un beneficio para los demás o como una advertencia para los mismos.  Saúl, por ejemplo, cuando Samuel le reprochó, parecía haber pecado solo levemente ante los ojos humanos, mientras que David pareció haber pecado más.  Sin embargo, en esa prueba, Saúl se alejó desobedientemente de mí, su Dios, y consultó a la hechicera, mientras que David creció más fiel en la tentación, soportando pacientemente lo que le pasó y pensando qué le pudo haber sucedido a cambio de sus pecados.  Tanto la ingratitud de Saúl y mi paciencia divina fueron revelados en mi paciente clemencia hacia él.  Tanto mi presciencia como la humildad y la contrición futuras de David fueron reveladas a través de la elección que hice de él.”


63. “¿Por qué a algunas personas se les da gracia en su juventud, mientras que a otras se les despoja de la misma en su vejez?”

Respuesta: “En cuanto a por qué se le quita la gracia a algunas personas en su vejez, yo respondo: La gracia se les da a todos para que el dador de gracia pueda ser amado por todos.  Debido a que muchas personas son desagradecidas con mi gracia divina hacia el final de la vida, así como lo fue Salomón, es correcto que los dones que no se han mantenido correctamente antes del final sean quitados al final.  El don de mi gracia divina es quitado a veces debido a la negligencia del recipiendario, porque no considera la grandeza del don ni lo que debería (dar de vuelta) corresponder, y a veces es como una advertencia a los demás, para que todos en un estado de gracia puedan estar siempre en guardia y temerosos sobre la caída de los demás.  Aún los sabios han caído por negligencia, y aún aquellos que parecieron ser mis amigos han caído bajo por su ingratitud.”


64. “¿Por qué algunas personas sufren penurias excesivas, mientras que otras viven más o menos libres de ellas?”

Respuesta: “En cuanto a por qué a algunas personas se les dan penurias mayores, yo respondo: Yo soy quien hace todas las cosas.  Por lo tanto, ninguna penuria viene sin mi permiso, tal como está escrito: ‘Yo soy Dios quien crea aflicción’, es decir, que permite las penurias.  Las penurias no caen sobre los paganos sin mí y sin una causa razonable.  Ciertamente, mis profetas hicieron muchas predicciones sobre las adversidades de los paganos para que a aquellos que habían desatendido y abusado de la razón se les pudiese enseñar por medio del sufrimiento y, para que yo, Dios, quien lo permitió todo, fuese conocido y glorificado por todas las naciones.  Por lo tanto, si yo, Dios, no les perdono a los paganos el sufrimiento, mucho menos perdonaré a aquellos que han probado más abundantemente la dulzura de mi gracia divina. 

Ciertamente hay menos penurias para algunos y más para otros para alejar a las personas del pecado y para que aquellos que sufren penurias en el presente puedan ser confortadas en el futuro.  Todos aquellos que son juzgados y que se juzgan a sí mismos en esta época no tendrán juicio futuro.  Tal como está escrito: ‘Ellos pasarán de la muerte a la vida’.  También existen algunos que están protegidos contra el sufrimiento, pero esto sucede para que no incurran en un juicio más duro refunfuñando ante sus sufrimientos. Hay muchos que no merecen sufrir en este mundo.

También existen personas en esta vida que no son afligidas, ni en cuerpo ni en espíritu.  Ellos pasan sus vidas tan despreocupados como si Dios no existiese, o como si Dios les ahorrara aflicción por el bien de sus obras justas.  Dichas personas deberían estar llenas de miedo por temor que yo, Dios, quien les ahorró esto en el presente, repentinamente venga y los condene más duramente por estar sin contrición.

También hay quienes disfrutan de la salud del cuerpo pero están preocupados en su alma por el desprecio de Dios, mientras que otros no disfrutan ni de salud corporal ni del consuelo interno del alma, y sin embargo perseveran tanto como son capaces en mi servicio y honor.  Existen otros, también, que siempre están enfermos, desde el vientre de su madre hasta su muerte.  Yo, el Dios de todos ellos, regulo sus sufrimientos para que nada pase sin causa o recompensa, porque a muchas personas, que estaban dormidas antes de sus juicios,  se les abrieron sus ojos con el sufrimiento.”


65. “¿Por qué se les da inteligencia y una mente extremadamente rápida a algunas personas, mientras que otras son como asnos sin inteligencia?”

Respuesta: “En cuanto a por qué algunas personas son más inteligentes, yo respondo: En relación a la salvación eterna, la sabiduría abundante no beneficia al alma, a menos que también brille con la bondad de la vida. De hecho, es más útil tener menos conocimiento pero una mejor forma de vida.  Consecuentemente, la razón es repartida a todas las personas de tal manera que puedan ganarse el cielo si llevan vidas devotas.  Sin embargo, la facultad del razonamiento difiere en muchas personas, de acuerdo a sus disposiciones natural y espiritual.

Así como una persona tiene éxito a través de la virtud y el empuje dado por Dios para perfeccionar las virtudes, otra puede así mismo caer en vanidades a través de una mala voluntad y la mala disposición de la naturaleza, así como una crianza inmoral.  La naturaleza de uno es a menudo dañada cuando se peca y lucha contra la naturaleza.  Por lo tanto, no es sin causa que algunas personas tengan una mayor facultad de razonamiento pero de vano, como en el caso de aquellos que tienen el conocimiento pero no una manera correspondiente de vida.  Otras personas tienen menos conocimiento pero hacen mejor uso de él.  En algunas personas, adicionalmente, existe armonía entre su conocimiento y su forma de vida, mientras que otras no exhiben ni razonamiento ni una manera decente de vida.  Esta variación se deriva a veces de mi permiso divino ordinario (ya sea para el beneficio de la persona o por su humillación y edificación), pero a veces es el resultado de ingratitud y tentación o de un defecto natural o de pecado secreto. A veces, también, ocurre para poder evitar la ocasión de un pecado mayor o por una capacidad natural limitada.

Entonces, quien quiera tenga la gracia de una mayor comprensión debiera tener cuidado del peligro de un juicio más severo si él o ella es negligente.  A quien quiera que le falte comprensión y una brillante inteligencia debería sacarle ventaja a lo poco que tiene y hacer lo que pueda – porque ha sido salvado de muchas ocasiones de pecado.  En su juventud, hasta Pedro el Apóstol fue olvidadizo, y Juan indocto.  Sin embargo, captaron la sabiduría verdadera en su vejez,  porque buscaron la fuente de la sabiduría.  Salomón aprendía rápidamente de joven y Aristóteles tenía una mente sutil.  Sin embargo, no captaron el origen de la sabiduría porque no glorificaron al dador de la sabiduría, como lo deberían haber hecho, ni pusieron en práctica lo que sabían y enseñaban, ni estudiaron para poder mejorarse ellos mismos, sino mejorar a los demás.

Balaam, también, tenía conocimiento pero no lo practicó, por lo cual el asno hembra lo increpó debido a su disparate.  Y el joven Daniel fue el juez de sus mayores. Ya que, por lo tanto, no es la erudición lo que me agrada sino una buena forma de vida, es necesario corregir a quienes abusan de su facultad de razonamiento, porque yo, el Dios y Señor de todo, le (da) doy conocimiento a la humanidad y corrijo tanto a los sabios como a los no sabios.”


66.  “¿Por qué algunas personas son excesivamente insensibles, mientras que otras disfrutan de una maravillosa consolación?”

Respuesta: “En cuanto a por qué algunas personas son insensibles, yo respondo: La dureza de corazón del Faraón fue su propia culpa, no la mía, porque él no quiso conformarse a mi voluntad divina.  La dureza del corazón no es otra cosa que el retiro de mi gracia divina, la cual se retira cuando las personas no me dan a mí, su Dios, su libre posesión, es decir, su voluntad.

Puedes comprender esto por medio de una parábola.  Había un hombre que era dueño de dos campos, uno de los cuales estaba rastrojo, mientras que el otro daba frutos en cierto momento.  Un (su) amigo de él le dijo: ‘Me pregunto (que) por qué, a pesar de ser sabio y rico, no le pones más cuidado al cultivo de tus campos o por qué no se los das a otros para que los cultiven’.  El hombre respondió: ‘Uno de los campos, sin importar cuánto lo cuido, no produce nada más que las plantas más inútiles que son tomadas por animales perniciosos que arruinan el lugar.  Si lo fertilizo con abono únicamente me insulta creciendo salvajemente porque, a pesar que produce una pequeña cantidad de grano, crece más (la) mala hierba, lo cual me niego a recolectar, ya que yo quiero solo granos puros.  Entonces, el mejor plan es dejar un campo como ese sin cultivar, ya que entonces los animales no ocupan el lugar ni se esconden en la grama y, si brotan hierbas amargas, son útiles para las ovejas, ya que después de probarlas, las ovejas aprenden a no ser fastidiosas con el forraje más dulce.

El otro campo es manejado de acuerdo a la naturaleza de las estaciones.  Algunas partes del mismo son pedregosas y necesitan fertilizante; otras partes están mojadas y necesitan calor, mientras que todavía otras están secas y necesitan riego.  Por lo tanto, organizo mi trabajo de acuerdo a las distintas condiciones del campo.’ Yo, Dios, soy como este hombre.  El primer campo representa la libre actividad de la voluntad que se le dio al hombre, la cual usa más en mi contra que para mí.  Aún si el hombre hace algunas cosas que me complacen, sin embargo me provoca (de muchas maneras) en más formas ya que la voluntad del hombre y mi voluntad no están en armonía.  El Faraón también actuó de esta manera cuando, a pesar que sabía de mi poder a través de signos seguros, sin embargo puso su mente en mi contra y continuó con su maldad.  Por lo tanto, experimentó mi justicia porque es justo que a una persona que no haga buen uso de las pequeñas cosas no se le permita regocijarse orgullosamente en las más grandes.

El segundo campo representa la obediencia de una Buena mente y la negación de la auto-voluntad. Si una mente está seca en cuanto a devoción, debería esperar la lluvia de mi gracia divina.  Si es pedregosa por impaciencia e insensibilidad deberá soportar castigo y corrección con ecuanimidad.  Si está mojada por la lujuria carnal, deberá abrazar la abstinencia y ser como un animal alerta a la voluntad de su dueño.  Yo, Dios, puedo regocijarme orgullosamente en una mente como esa.  El ser humano que actúa en oposición a mí hace que las personas sean insensibles.  Yo deseo la salvación de todos, pero esto no puede suceder sin la cooperación personal de todas y cada una de las personas en adecuar su voluntad a la mía. 

Además, en cuanto a por qué no se otorgan equitativamente la gracia y el progreso a todos – eso pertenece a mi juicio oculto.  Yo sé y mido lo que es benéfico y apropiado para cada uno, y restrinjo a las personas en sus diseños para que no caigan más profundamente.  Muchas personas han recibido el talento de la gracia y son capaces de trabajar pero rechazan hacerlo.  Otros se mantienen alejados del pecado por temor al castigo, o porque no tienen la posibilidad de pecar, o porque el pecado no los atraen.  Por lo tanto, a algunos no se les dan mayores dones porque sólo yo comprendo la mente humana y se cómo distribuir mis dones.”


67. “¿Por qué a los malvados se les da más éxito mundano que a los buenos?”

Respuesta: “En cuanto a por qué los malvados a veces tienen mayor éxito mundano que los buenos, yo respondo: Esto es una indicación de mi gran paciencia y amor y una prueba para los justos.  Si yo fuese a darle bienes temporales únicamente a mis amigos, entonces se desesperarían los malvados y los buenos se volverían orgullosos. En vez, los bienes temporales se le otorgan a todos, para que yo, Dios, el dador y Creador de todas las cosas, pueda ser amado por todos y para que las personas buenas que se vuelven orgullosas puedan aprender a ser justas a través de los malvados.  Es también para que todos puedan darse cuenta que las cosas temporales no deben amarse ni preferirse en vez (mío) de a mí, Dios, sino únicamente para (poseer) poseerse por el bien del mantenimiento, y para que puedan ser más celosos a mi servicio entre menos confíen en las posesiones temporales.”


68. “¿Por qué una persona recibe su llamado al principio, mientras que la otra hacia el final?”

Respuesta: “En cuanto a por qué una persona es llamada al inicio y otra hacia el final, yo respondo: Yo soy como una madre que, viendo la esperanza de vida en sus hijos, le da una medicina más fuerte a algunos y una medicina más liviana a los otros.  Y a aquellos para quienes no hay esperanza, ella también muestra compasión y hace lo más que puede.  Pero si los hijos simplemente (se) empeoran con su medicina, ¿por qué debe de sufrir adicionalmente?  Esta es la manera en que trato a mis hijos humanos.  La persona que es antevista como alguien más ferviente para la resolución de voluntad y más constante en humildad y perseverancia recibe gracia al principio y continúa hasta el final.  Una persona que lucha en contra del vicio y ansía ser mejor merece ser llamado al final de la vida.  Sin embargo, una persona desagradecida no merece ser admitida en el regazo de su madre.”


69. “Oh Juez, os pregunto: ¿Por qué sufren enfermedad los animales, a pesar que no obtienen la vida eterna ni tienen el uso de la razón?” 

Respuesta: “Amigo, vuestra pregunta no proviene del amor; sin embargo, os respondo por amor a los demás.  Preguntáis por qué los animales sufren enfermedades.  Es porque existe en ellos un desorden, al igual que en el resto de la creación.  Soy quien hace cada naturaleza y le he dado a cada una su propio temperamento y orden en el cual cada una se  mueve y vive.  Sin embargo, después que el hombre, por cuyo bien se hicieron todas las cosas, se volvió en contra de su amante, es decir, en contra mía, su Dios, entonces el desorden entró en el resto de la creación, y todas las cosas que deberían haberle temido al hombre comenzaron a ponerse en contra de él y oponérsele.  Debido a este desorden defectuoso, muchos problemas y dificultades recaen sobre la humanidad así como también sobre los animales.

Además, a veces los animales también sufren por su propia inmoderación o como una restricción a su ferocidad, o como una limpieza de la misma naturaleza, o a veces por los pecados humanos para que los seres humanos, quienes tienen un mayor uso de la razón, puedan considerar cuánto castigo merecen, cuando las criaturas que aman son plagadas y quitadas.  Pero si no lo demandasen los pecados humanos, los animales, que están a cargo de los hombres, no sufrirían de manera tan singular.

Pero ni siquiera ellos sufren sin una gran justicia.  Su sufrimiento ocurre para poner un fin más rápido a sus vidas y disminuir sus trabajos miserables que consumen su energía, o por un cambio en las estaciones o por descuido humano durante el proceso de trabajo.  Por lo tanto, las personas deberían temerme, su Dios, sobre todas las cosas y tratar a mis criaturas y animales más suavemente, teniéndoles misericordia por mi bien, su Creador.  Yo, Dios, consecuentemente decreté el descanso del Sábado, porque me importa toda mi creación.”


70. “¿Por qué todo nace con dolor, a pesar que el pecado no está involucrado en cada nacimiento?”

Respuesta: “En cuanto a por qué todo nace con dolor, yo respondo:  Cuando la humanidad rechazó el placer más  hermoso, inmediatamente incurrió en una vida de trabajo.  Y debido a que el desorden comenzó en y a través de la humanidad, mi justicia hace que haya un poco de amargura, aún para otras criaturas, las cuales existen por el bien de los humanos, para templar su placer y proporcionar sus medios de alimentación. Por esta razón, las personas nacen con dolor y hacen un trabajoso progreso para poder hacerlos ansiosos de apurarse a su verdadero descanso.  Ellos mueren desnudos y pobres para hacerlos restringirse en su comportamiento desordenado y temer al examen venidero.

Así mismo, los animales también nacen con dolor para que la amargura temple sus excesos y para que puedan ser partícipes del trabajo y pesar humanos.  Por esta razón, en tanto la humanidad es mucho más noble que los animales, las personas deberían amarme, el Señor Dios, su Creador, mucho más fervientemente.”


71. “¿Por qué un infante lleva el pecado de su padre, a pesar que no sabe cómo pecar?”

Respuesta: “En cuanto a por qué un hijo lleva los pecados de su padre, respondo: ¿Puede algo puro provenir de lo que es impuro?  Cuando él perdió la belleza de la inocencia debido a la desobediencia, el primer hombre fue arrojado del paraíso de la alegría y fue envuelto en cosas impuras.  No existe alguien que pueda recuperar su inocencia por sí mismo.  Por esta razón, yo, el misericordioso Dios, aparecí en carne e instituí el bautismo, por medio del cual un niño es liberado de la impureza perversa y del pecado.  Debido a esto, un hijo no llevará el peso del pecado de su padre, más bien cada uno morirá con su propio pecado. 

Sin embargo, a menudo sucede que los niños imitan los pecados de sus padres.  A veces, también, los pecados de los padres son castigados en sus hijos, no porque los pecados de sus padres no sean castigados en los mismos padres, a pesar que puede postergarse durante cierto tiempo el castigo por los pecados.  En vez, cada uno morirá con sus propios pecados y será castigado por los mismos.  Tal como está escrito, los pecados de los padres también son infligidos a veces sobre la cuarta generación, porque es mi justicia divina que, cuando los hijos no tratan de aplacar mi ira por sí mismos o por sus padres, deberán ser castigados junto con sus padres a quienes siguieron en contra mía.”


72. “¿Por qué pasan tan a menudo los eventos no previstos?”

Respuesta: “En cuanto a por qué a menudo suceden los eventos no previstos, respondo: Está escrito que un hombre será castigado por las mismísimas cosas en que ha pecado.  ¿Quién puede comprender el propósito de Dios?  Dado que muchas personas no me buscan de acuerdo al conocimiento, sino por el bien del mundo, algunas de ellas con más temor que el debido, otras dando demasiado por sentado, y otras orgullosas en su propio consejo, Yo, Dios, trabajando para la salvación de todos, a veces causo aquello que las personas temen más.  A veces, se les quita aquello que aman más de lo que es correcto, mientras que en otro momento se retrasan las cosas que se buscan y desean demasiado ansiosamente, para que las personas puedan temerme, amarme y reconocerme como su Dios siempre y por sobre todas las cosas.”


73. “¿Por qué una persona mala tiene una buena muerte como los justos, mientras que una persona justa a veces tiene una muerte mala como los injustos?”

Respuesta: “En cuanto a por qué una persona mala tiene una muerte buena como los justos, respondo: A veces los malvados tienen algo bueno en ellos y realizan algunas obras de justicia y, por éstas, deben de ser recompensados en la vida presente.  Así mismo, los justos a veces hacen cosas malas y por éstas deben de recibir castigo en el presente o deben de esperar el mismo.  Debido a que todo lo de la vida presente es incierto y todas las cosas se dejan para el futuro y, debido a que hay una única entrada para todos, también debe de haber una única salida para todos, a pesar que no es la forma de su salida, sino la de su vida, la que hace a las personas bendecidas.

Cuando las personas malvadas hacen la misma clase de salida que los justos, es por mi justicia divina, porque ellos mismos desearon esa salida.  A veces el demonio previendo la salida de sus amigos, les anuncia con anticipación el momento de su muerte con vista a su vanagloria y presunción y engaño (tal como uno lo encuentra en los libros llamados apócrifos) para que puedan recibir la fama de probidad después de su muerte.

Por otro lado, una muerte pesarosa le ocurre a los justos con miras a su mayor recompensa, para que aquellos que siempre se preocuparon por la virtud durante su vida puedan quedar libres para volar al cielo a través de una muerte ignominiosa, en tanto no se encuentren en ellos escorias que han de purificarse.

Está escrito que el león mató al profeta desobediente, pero cuidó el cuerpo sin comérselo.  El león mata al cuerpo – ¿qué otra cosa puede implicar esto sino mi permiso divino que permite que la desobediencia del profeta sea castigada? El hecho que el león no se comió el cuerpo fue prueba de las buenas obras del profeta, para que, purgado en el presente, fuese encontrado justo en la vida venidera.  Por lo tanto, deja que todos sean cautelosos al analizar mis decisiones.  Porque, aunque soy incomprensible en virtud y poder, también soy terrible en mis juicios y consejos.  Y, ciertamente, algunas personas, deseando comprenderme en su sabiduría, han sido separadas de su esperanza.”


74. “Oh, Juez, os pregunto:  ¿Por qué existen muchas cosas creadas que parecen no tener uso?”

Respuesta: “Amigo , así como mis obras son muchas, así también son maravillosas e insondables.  Sin embargo, ninguna de ellas, aunque son muchas, es sin algún propósito. Verdaderamente, la humanidad es como un niño que es criado en una prisión oscura.  Si le contara de la existencia de la luz y las estrellas, no lo creería, porque nunca las ha visto.  Así mismo, después que la raza humana abandonó la verdadera luz, no se deleitó en nada más que en la oscuridad, así como reza el dicho: ‘una persona que se acostumbra al mal aprende a que le guste.’  Por lo tanto, a pesar que el intelecto humano puede oscurecerse, no hay sombra ni cambio en mí.  Yo dispuse y continúo disponiendo todas las cosas de manera tan ordenada, sabia y honestamente que nada ha sido hecho sin causa o uso – ni la montaña más alta ni el desierto o los lagos, ni siquiera las bestias o reptiles venenosos.

Así como proveo para la humanidad, así también proveo para satisfacer las necesidades de otras criaturas.  Soy como un hombre que reserva algunos lugares para caminatas, otros para el almacenamiento de utensilios y herramientas, otros para guardar tanto animales mansos como los salvajes, otros para fortificaciones y consejos secretos, otros adaptados para el uso apropiado de la tierra, y todavía otros para la corrección de la humanidad.  Por lo tanto, Yo, Dios, he dispuesto todas las cosas de manera racional, algunas para uso y deleite humanos, otras para las diversas guaridas y nidales de animales salvajes y aves, algunas para disciplinar y restringir la avaricia humana, otras para la reunión de los elementos, algunas para la admiración de mis obras, otras para el castigo de los pecadores y reunión de seres más (altos) elevados y más bajos,  y todavía otras para una causa que solo yo conozco y que están reservadas únicamente para mí.

Mirad, una abeja diminuta sabe cómo extraer de muchas fuentes para hacer la miel; así también otras criaturas diminutas o grandes sobrepasan a los seres humanos en cuanto a ingenio, tanto para reconocer hierbas como para considerar su propia ventaja; y existen muchas cosas que les son útiles a ellas pero dañinas para los humanos.  Entonces, ¿no es de extrañarse que el ingenio del hombre sea lento para discernir y comprender mis maravillas, cuando es superado hasta por la menor de las criaturas? Mirad, ¿qué es más desagradable que una rana o culebra, o qué es más despreciable que un erizo u una ortiga aguijoneante o algo así? Y sin embargo, esas cosas son muy buenas para quienes pueden comprender mis obras.  Por lo tanto, todo lo que existe tiene alguna utilidad en sí y todo lo que se mueve comprende cómo puede sobrevivir su naturaleza y crecer fuerte.

Por lo tanto, dada la maravilla de mis obras y cómo me alaban todas las cosas, los seres humanos, que son mucho más bellos y que han sido colocados mucho más alto que las demás criaturas, consecuentemente deberían darse cuenta que están mucho más obligados a honrarme.  Si la arremetida de las aguas no fuese reprimida por las fronteras montañosas, ¿en dónde habitarían seguras las personas?  Y si los animales no tuvieran un lugar de refugio, ¿cómo escaparían de la avaricia humana insaciable?  Y si las personas obtuvieran todos sus deseos, ¿añorarían entonces el cielo?  Si los animales no tuvieran que trabajar o vivir en temor, se volverían débiles y perecerían.  Por lo tanto, la mayor parte de mis obras está oculta, para que las personas me reconozcan y me honren a mí, Dios, maravilloso e insondable, por la admiración a mi sabiduría al crear a tantas criaturas.”


75. “¿Por qué comúnmente no se ven las almas, ya sea permaneciendo en el cuerpo o saliendo del mismo?”

Respuesta: “En cuanto a por qué no se pueden ver las almas, respondo: El alma, por su naturaleza, es mucho mejor que el cuerpo porque es de mi poder divino y es inmortal, tiene hermandad con los ángeles y es más excelente que todos los planetas y más noble que todo el mundo.  Y debido a que el alma es de una naturaleza muy noble y ardiente, dándole vida y calor al cuerpo, y porque es espiritual, de ninguna manera puede ser vista por cuerpos, excepto a través de imágenes corporales.”


76. “¿Por qué no siempre se escuchan las oraciones de vuestros amigos?”

Respuesta: “En cuanto a por qué no siempre escucho a mis amigos que me piden algo a través de la  oración, respondo: Soy como una madre que ve que su hijo le pide algo que va en contra de su salud y pospone el otorgarle su solicitud, viendo sus lágrimas con una muestra de indignación.  Esta indignación no es enojo sino misericordia.  De la misma manera yo, Dios, no siempre escucho a mis amigos porque veo mejor que ellos lo que es necesario para su salud.

¿No rezaron eficazmente Pablo y otros y, sin embargo, no fueron escuchados?  ¿Pero por qué?  Es porque mis amigos tienen defectos en medio de una abundancia de virtudes y aspectos que necesitan purificarse y, por lo tanto, sus oraciones no son escuchadas.  (Y) esto es, para que ellos puedan crecer más humilde y celosamente hacia mí, por lo que son mantenidos más amorosamente sin daño y son defendidos por mí en las tentaciones de pecado.  Por lo tanto, es un gran signo de amores no escuchar siempre a mis amigos en sus oraciones, ya que es por el bien de su mayor recompensa y como una prueba de su perseverancia.

Así como trata el demonio, si puede, de arruinar la vida de los justos a través del pecado o una muerte ignominiosa, para poder debilitar la perseverancia de los fieles, así también no es sin causa que permito que los justos sean probados, para que su constancia pueda ser conocida por los demás y para que puedan recibir una corona más sublime.  Y, así como el demonio no tiene vergüenza de tentar a su propia gente, cuando ve que son muy rápidos para pecar, así también, durante cierto tiempo, no escatimo a mis elegidos cuando veo que están listos para una acción muy buena.”


77. “¿Por qué no se les permite hacer el mal a muchas personas que quieren hacerlo?”

Respuesta: “En cuanto a por qué no se le permite a alguien, que desea hacer el mal, hacerlo, respondo: Si un padre tiene dos hijos, uno obediente y el otro desobediente,  se opone a su hijo desobediente tanto como puede para que su hijo no peque en su maldad.  Él prueba al hijo obediente, sin embargo, y lo alienta a que haga cosas mejores, de tal manera, que aliente aún al hijo desobediente con el ejemplo de la prontitud del otro hijo. Y así, a menudo no permito que pequen los malvados porque, entre sus actos malvados, hacen algo bueno y se benefician a sí mismos o a otros.  Consecuentemente, la justicia demanda que ellos no sean entregados inmediatamente al demonio ni que siempre se les permita realizar sus deseos.”


78. “¿Por qué les sucede el mal a algunas personas que no lo merecen?”

Respuesta: “En cuanto a por qué las cosas malas le suceden a personas que se las merecen, respondo: Sólo yo, Dios, conozco a todos los buenos y lo que cada uno merece.  Muchas cosas ciertamente parecen ser bellas pero no lo son.  Más aún, el oro se prueba con fuego.  Consecuentemente, a veces los justos experimentan dificultades para que puedan dar un buen ejemplo a los demás y puedan ganarse su corona.  Job fue probado de esta forma, ya que él era bueno antes de sus aflicciones, pero durante y después de sus aflicciones fue reconocido aún mucho más.  Sin embargo, en cuanto a por qué lo afligí, ¿quién lo puede probar? ¿Quién lo puede saber más que yo mismo, que lo bendije tempranamente y lo mantuve lejos del pecado y lo sostuve durante sus pruebas?  Así como lo bendije previamente con mi gracia sin ningún mérito propio de él, así también lo probé con justicia y misericordia, porque nadie se hace justo a mi vista excepto por medio de mi gracia.”


79. “¿Por qué pecan aquellos que tienen el Espíritu de Dios?”

Respuesta: “En cuanto a por qué aquellos que tienen mi Espíritu pecan, respondo:  El Espíritu de mi divinidad no está amarrado, más bien sopla cuando quiere y se retira cuando quiere.  No mora en un recipiente que está sujeto al pecado, sino únicamente en uno que tiene amor.  Yo, Dios, soy amor y donde yo estoy, hay libertad.  Consecuentemente, aquellos que reciben mi espíritu pueden todavía pecar, si lo desean, porque cada humano tiene su libre voluntad.  Y cuando las personas fijan su voluntad en contra de mí, mi Espíritu, el cual está en ellos, el mismo se retira de ellos, de lo contrario son reprendidos para que puedan corregir su voluntad.

Balaam deseó maldecir a mi pueblo pero yo no lo dejé.  A pesar que era un profeta malo y avaro, a veces decía algo bueno, no por sí mismo sino a través de mi Espíritu.  A menudo el don de mi Espíritu se da tanto a los buenos como a los malvados.  De lo contrario, aquellos maestros grandes y elocuentes no hubiesen podido disputar tales cosas profundas si no hubiesen tenido mi Espíritu; y no hubiesen podido pronunciarse tan tontamente, si no hubiesen volteado sus sentidos en contra mía y caído en el orgullo, queriendo saber más de lo que deberían.”


80. “¿Por qué permanece el demonio cerca de algunas personas y está continuamente con ellas, pero nunca con otras?”

Respuesta: “En cuanto a por qué el demonio se queda cerca y siempre está con algunas personas, respondo: El demonio es como un  verdugo y examinador de los justos.  Con mi permiso, atormenta las almas de algunas personas, oscurece la conciencia de otras, y atormenta aún los cuerpos de otras.  El atormenta las almas de aquellos que, pecando en contra de la razón, se someten a toda clase de impureza e infidelidad.  Turba las conciencias y cuerpos de aquellos que son atormentados y purificados por ciertos pecados en este mundo.  Estos tormentos también le ocurren a los niños de ambos sexos, tanto paganos como cristianos, ya sea por descuido de sus padres o debido a un defecto de la naturaleza, o para inculcar miedo y humildad en ciertas personas o debido a ciertos pecados.  Pero mi justicia dispone misericordiosamente que personas como estas, que no tienen ocasión de pecar, no sean castigadas duramente o reciban una corona más sublime.

Muchas cosas parecidas también les ocurre a las bestias brutas, ya sea por castigo (de) a los demás o por un fin más temprano de sus vidas, o por algún desequilibrio en su naturaleza.  Por lo tanto, es con mi permiso que el demonio se pega más cerca a algunas personas y está más cerca de ellas, ya sea por su mayor humildad y como una advertencia, o por su mayor corona y su afán en buscarme, o para purgar los pecados en la vida presente, o porque algunas personas merecen un castigo que comienza en el presente y dura para siempre.”


81. “Oh, Juez, os pregunto: ¿Por qué dice el evangelio que las cabras son colocadas a vuestra izquierda, las ovejas a vuestra derecha? ¿Realmente os deleitáis en tales cosas?”

Respuesta: “Amigo, no preguntas para saber sino para dejar que se conozca tu maldad.  Ciertamente no hay nada de carne, o que sea representado por la carne, en mi divinidad, porque mi divinidad es Espíritu. Tampoco pueden los buenos y los malvados vivir juntos en Mí, así como no puede la luz coexistir con la oscuridad. No existe la derecha ni la izquierda en mi divinidad, tal como lo retrata la imagen física, y tampoco son más felices los que están a mi derecha que aquellos a mi izquierda, pero todo esto es dicho en forma figurativa.

Por ‘a la derecha’ se entiende la sublimidad de mi Gloria divina, ‘a la izquierda’ la falta de privación de todo bien.  Además, no han de encontrarse ovejas y cabras en esa maravillosa gloria mía, en donde no se encuentra nada que sea corporal y manchado o mutable.  En vez de eso, los caracteres humanos a menudo son descritos por medio de comparaciones y por símbolos de animales; por ejemplo, la inocencia está representada por ovejas, la impureza por cabras. En otras palabras, el hombre incontinente está significado como lo colocado a la izquierda, en donde hay falta de todo bien. Debéis de comprender que Yo, Dios, a veces hago uso de palabras y símiles humanos para que el niño pequeño pueda tener algo que chupar, y para que lo perfecto pueda volverse más perfecto.  También es para cumplir la Escritura que dice que el Hijo de la Virgen ha sido colocado como signo de contradicción para que los pensamientos de muchos corazones puedan ser revelados.”


82. “Debido a que sois Hijo de Dios, igual al Padre, ¿por qué está escrito que ni vos ni los ángeles sabe la hora del juicio?”

Respuesta: “En cuanto a por qué Yo, el Hijo de Dios, digo que no conozco la hora del juicio, respondo: Está escrito que Jesús progresó en edad y sabiduría.  Cualquier cosa que progresa y regresa es mutable; pero la divinidad es inmutable. Por lo tanto Yo, el Hijo de Dios, coeterno con el Padre, progresé en el sentido de que lo hice en mi naturaleza humana. Lo que yo no sabía era lo que mi humanidad no sabía, pero, de acuerdo a mi naturaleza divina, sabía y sé todas las cosas. Porque el Padre no hace nada inútil que Yo, el Hijo, haga también. ¿Puede el Padre saber algo que no sepa Yo, el Hijo, y el Espíritu Santo? Claro que no. Pero sólo el Padre, con quien Yo, el Hijo, y el Espíritu Santo somos una sustancia, una divinidad y una voluntad, conoce la hora del juicio, y no los ángeles ni otra criatura.”


83. “Si vuestro Espíritu Santo ha hablado a través de los evangelistas, ¿por qué hay tanta variación en los Evangelios?”

Respuesta: “En cuanto a por qué, si el Espíritu Santo ha hablado a través de ellos, hay tanta variación entre los evangelistas, yo respondo: Está escrito que el Espíritu Santo varía en sus operaciones en cuanto a que distribuye de varias maneras sus dones a sus personas escogidas. Ciertamente, el Espíritu Santo es como un hombre que tiene una balanza en su mano, midiendo y equilibrando las balanzas hasta que la balanza llega al equilibrio y llega al reposo. Una balanza es manejada de distintas maneras por una persona que está acostumbrada a la misma, por una persona que no está acostumbrada a ella, por una persona que es fuerte y por una que es débil. 

De manera que ahora el Espíritu Santo se eleva como una balanza en los corazones humanos, y luego cae de nuevo. Se eleva cuando alza la mente a través de la perspicacia de la comprensión y a través de la devoción del alma y a través de la inflamación del deseo espiritual.  Se hunde cuando permite que la mente caiga en dificultades y esté ansiosa por vanidades frívolas, y perturbada por la tribulación. Por lo tanto, así como la balanza no puede alcanzar el equilibrio a menos que se ajusten los pesos, y es controlada por una mano que la guía, así también la mesura y una buena vida, una intención simple, y la discreción en las obras y virtudes, son necesarias para la operación del Espíritu Santo.

Cuando Yo, el Hijo de Dios, visible en la carne, prediqué distintas cosas en diferentes lugares, tenía distintas clases de seguidores y oyentes. Algunos me siguieron por amor, otros para tener una ocasión de encontrar una falla, o por curiosidad.  Algunos de mis seguidores tenían un intelecto más agudo, otros uno más simple. Consecuentemente, hablé en forma simple para instruir a los simples. También hablé profundamente para despertar la maravilla de los sabios. A veces hablé misteriosamente en parábolas, las cuales daban a algunas personas una ocasión para comentar. Otras veces repetí cosas dichas anteriormente y a veces agregaba o simplificaba las mismas. De manera que no es de extrañarse que aquellos que dispusieron la narrativa del evangelio lo registraran de distintas maneras, pero aun así son cosas verdaderas, porque algunos de ellos lo escribieron palabra por palabra, otros captaron el sentido pero no las palabras exactas.  Algunos escribieron cosas que habían escuchado pero no visto; otros colocaron después los eventos ocurridos previamente; otros escribieron más sobre mi divinidad; sin embargo, todos ellos de acuerdo a lo que el Espíritu les dio que decir. 

Sin embargo, quiero que sepáis que únicamente los evangelistas aceptados por la iglesia han de aceptarse.  Muchas personas intentaron escribir, tenían el fervor pero no estaba de acuerdo a mi conocimiento.  Recordad lo que dije en la lectura de hoy: ‘Destruid este templo y lo reconstruiré.’ Aquellos que testificaron sobre lo que escucharon fueron veraces en relación a las palabras que escucharon, pero fueron testigos falsos porque no tomaron en cuenta el sentido de mis palabras, porque hablé en relación a mi cuerpo. Asimismo, cuando dije: ‘A menos que comáis de mi carne, no tendréis vida.’  Muchos oyentes se alejaron, porque no tomaron en cuenta la conclusión que agregué: ‘Mis palabras son espíritu y vida, es decir, tienen un significado y una fuerza espirituales. No es increíble que se hayan descarriado, puesto que no me siguieron por amor. Así, el Espíritu Santo surge en los corazones humanos como una balanza, en cierto momento hablando corpóreamente y en otro, espiritualmente.  Y se hunde cuando el corazón humano se endurece contra Dios o cae en herejías o mundanalidad y queda oscurecido.”


84. “Debido a que vuestra encarnación fue tan importante para la salvación de la raza humana, ¿por qué tardasteis tanto en encarnaros?”

Respuesta: “En cuanto a por qué tardé tanto en encarnarme, respondo: Mi encarnación ciertamente fue necesaria, porque a través de ella se levantó la maldición y todas las cosas se reconciliaron en el cielo y en la tierra. Sin embargo, fue necesario que las personas fuesen instruidas, primero por la ley natural, y luego por la ley escrita.  A través de la ley natural se aclaró lo que era el amor humano y cuánto valía.  A través de la ley escrita, la humanidad comprendió su debilidad y vileza y comenzó a buscar medicina.

Estaba bien que el médico viniera justamente cuando la enfermedad estaba en su furor, de manera que en donde abundaba la enfermedad, pudiese abundar más la medicina. Hubo también muchas personas justas bajo las dispensaciones de la ley natural y de la ley escrita, y muchas que tenían al Espíritu Santo e hicieron muchas predicciones e instruyeron a los demás en toda virtud, y me esperaban a Mí, el Salvador. Ellas se acercaron a mi misericordia, no al castigo eterno.”


85. “Ya que el alma humana es mucho mejor que el mundo, ¿por qué no siempre enviasteis a vuestros amigos y predicadores a todos lados?”

Respuesta: “En cuanto a por qué, dado que el alma humana es mejor que el mundo, no son enviados los predicadores siempre y a todos lados, yo respondo: El alma es ciertamente más digna y más noble que todo el mundo, y más duradera que todas las cosas. El alma es más digna porque es una criatura espiritual como los ángeles y está hecha para alegría eterna. Es más noble porque fue hecha a imagen de mi divinidad, tanto inmortal como eterna. Debido a que la humanidad es más digna y más noble que todas las criaturas, la raza humana debería vivir más noblemente, ya que le fue otorgada la razón más que a los demás. Si abusa de su razón y mis dones divinos, no es de extrañar que, en el momento del juicio, ¿yo castigue aquello que se había pasado por alto en un momento de misericordia?

De manera que los predicadores no son enviados siempre y a todos lados porque Yo, Dios, previendo la dureza de muchos corazones, les ahorro a mis escogidos el trabajo, para que no trabajen en vano. Y, debido a que muchos, que pecan deliberadamente con pleno conocimiento, deciden perseverar en el pecado en vez de ser convertidos, no son dignos de escuchar a los mensajeros de la salvación.

***

FINAL

Luego de la pregunta 83, estaba este texto:

“En ese momento, el Juez le dijo al monje, que estaba sentado en el peldaño de la escalera, interrogándolo: “Amigo, me habéis planteado preguntas sutiles ya varias veces.  Ahora, por el bien de mi novia, quien está de pie aquí, os pregunto: ¿Por qué vuestra alma, que puede comprender y distinguir entre el bien y el mal, ama las cosas perecederas en vez de las celestiales y no vive de acuerdo a su comprensión?” El monje respondió: “Porque actúo en contra de la razón y permito que mis sentidos corporales prevalezcan sobre la razón.” Y Cristo dijo: “Entonces vuestra conciencia será vuestro juez.”

Entonces Cristo le dijo a la novia: “Mira, hija, ¡cómo los efectos en el hombre no lo son únicamente por la malicia del demonio, sino también por una conciencia deformada! Y esto sucede porque él no lucha contra la tentación como debiera. Pero el maestro que conoces no actuó de esta manera. Ciertamente, el Espíritu se hundió en él, tentándolo a tal grado que pareció como si todas las herejías estuvieran delante de él y dijo con una boca: ‘Somos la verdad: Pero él no confió en sus pensamientos y no pensó más allá de sí mismo. Por esa razón fue rescatado y se volvió conocedor de todo desde ‘En el principio’ hasta el ‘alfa y omega’: así como le fue prometido.”


Y al final, lo siguiente:

“Pero ahora, amigo mío, terminaré aquí mi respuesta a vuestros pensamientos y terminaréis vuestra vida. Ahora veréis de qué os puede servir vuestra elocuencia verbosa y favor humano. ¡Oh, qué feliz hubieseis sido si hubieseis atendido vuestra profesión y voto!”

Entonces el Espíritu le dijo a la novia: “Hija, este hombre, a quien visteis hacer tantísimas preguntas – y qué preguntas – todavía vive en carne pero no continuará vivo ni un día más.  Los pensamientos y afectos de su corazón os fueron revelados en similitudes, no para su mayor desgracia, sino para la salvación de otras almas. Y ahora su esperanza y su vida finalizarán juntas con sus pensamientos y afectos.”

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