lunes, 7 de agosto de 2023

¿Es Sergio Massa un traidor? Responde una Inteligencia Artificial

 


Agosto de 2023. En pleno auge de las Inteligencias Artificiales, surgió un nuevo programa: "SocrátiChat", de la empresa "PlatonIA". Su novedad consistía en responder sólo con nuevas preguntas, esperando con ello que el humano consultante fuera descubriendo los conocimientos necesarios para responder por sí mismo la pregunta inicial.

Un grupo de estudiantes de la Facultad de Ciencias Políticas de una Universidad de Argentina, decidió experimentar con dicho chat, preguntando si el candidato a presidente Sergio Massa era un traidor. Este fue el resultado:


Estudiantes (E): ¿Puede considerarse como traidor a Sergio Massa, teniendo en cuenta su cambiante postura política?

SocrátiChat (S): ¿Qué significa democracia?

(E): Gobierno del pueblo

(S): ¿Y cómo concreta el pueblo tal gobierno?

(E): Adoptando sus decisiones colectivas a través de sus representantes.

(S): Entonces, ¿los representantes del pueblo tienen que hacer lo que pueblo quiere?

(E): Sí.

(S): ¿Si el pueblo quiere ir a la derecha, su representante tiene que llevarlos a la derecha?

(E): Claro.

(S): ¿Y si el pueblo quiere cambiar el rumbo e ir a la izquierda, su representante tiene que llevarlos a la izquierda? ¿O debe insistir con llevarlos a la derecha?

(E): Tiene que cambiar el rumbo e ir a la izquierda.

(S): Según lo dicho, ¿Quién sería mejor representante del pueblo: aquel que sabe escuchar al pueblo y cambiar el rumbo porque asume como propios los cambios populares; o aquel que insiste en imponer sus propias ideas a pesar de que el pueblo quiere mudar la dirección?

(E): Sin duda, el mejor representante popular sería aquel que sabe escuchar al pueblo y cambiar el rumbo.

(S): Si democracia significa que el pueblo gobierna a través de sus representantes, y el mejor representante es aquel que sabe escuchar al pueblo y cambiar el rumbo, ¿se puede considerar traidor al representante que cambia de parecer al mismo ritmo que cambia el parecer del pueblo?

(E): Creo que no.

(S): Acusar de traidor al representante que escucha al pueblo y cambia, ¿no sería acusar de traición al mismo pueblo?

(E): Puesto que el pueblo es quien decide el rumbo en una democracia, no existiría traición alguna, porque se mantendría la fidelidad del representante a dicho pueblo.

(S): El representante que escucha al pueblo y cambia el rumbo, ¿sería democrático o antidemocrático?

(E): Sin duda sería el más democrático de todos.

(S): Los representantes que no escuchan al pueblo e insisten en imponer sus ideas sin cambiar el rumbo según el clamor popular, ¿no serían en verdad dictadores disfrazados?

(E): Siguiendo la lógica expuesta, al menos lo parecerían.

(S): ¿Quién traiciona al pueblo entonces? ¿Sergio Massa, o cualquiera de los otros candidatos que persisten en imponer su parecer? ¿Quién es el más democrático?

(E): Sin duda, Massa sería el más democrático de todos..., pero... pero al pueblo no le gusta que alguien no mantenga sus principios proclamados; no le gusta que cambie de parecer constantemente; no le gusta que no se tenga seguridad del rumbo (bueno o malo) a seguir por tener su representante un espíritu variable…

(S): ¿No consiste la democracia, precisamente, en aceptar los cambios populares?

(E): Sí.

(S): Si la democracia se fundamenta en admitir los cambios populares, pero al pueblo no le gusta que el representante cambie con ellos ¿no será que lo que no le gusta al pueblo es la democracia?

***

Hasta aquí llegó la consulta, dado que, apenas el Chat formuló la última pregunta, surgió la ventana de alerta del antivirus de la PC, que impidió continuar con el experimento. El antivirus advirtió que las respuestas del chat no se correspondían con la política de Protección Imperial de la Democracia, y que por lo tanto debían (y así lo hicieron) activar el protocolo "Cicurity" para bloquear a SocrátiChat.


domingo, 21 de mayo de 2023

Como tener hijos santos

 



Tengo un blog de Letanías. En él subo distintas letanías, para acceder fácilmente desde el celular y rezarlas al finalizar el Rosario. Hace un tiempo, comencé a confeccionar letanías a santos para distintos estados de vida y profesiones, por ejemplo, militares, amas de casa, abogados (sí, también hay abogados santos). 

Se me ocurrió entonces, inicialmente, hacer letanías a santos casados, y luego, más específicamente, a Matrimonios Santos (o sea, matrimonios en los que ambos cónyuges fueran santos o beatos, o con un proceso de canonización iniciado y aprobado). 

Mientras buscaba, fui observando una constante. Todos los matrimonios santos… tenían hijos santos. Es lógico que árboles buenos den frutos buenos. Fue lindo comprobarlo. 

Eso me llevó a la reflexión siguiente: si quiero tener hijos santos (y está bien que lo desee y lo pida al Señor), tengo que empezar por ser santo yo (y mi esposa, pero ella está más cerca de lograrlo, así que la carga es para mí). 

Les dejo a continuación la totalidad de los matrimonios santos que encontré, y los datos de sus hijos si los tuvieron.

- San José y Santa María Virgen: padres de Jesús.

- San Joaquín y Santa Ana: padres de la Virgen María.

- San Zacarías y Santa Isabel: padres de San Juan Bautista.

- San Aquilino y Santa Priscila: mencionados en los Hechos de los Apóstoles (18:1-3), se ignora si tuvieron hijos.

- San Mario y Santa Marta: padres de San Audifax y San Ábaco.

- San Valeriano y Santa Cecilia: vírgenes.

- San Vital y Santa Valeria: padres de San Gervasio y San Protasio.

San Marcelo y Santa Nonia: padres de San Claudio, San Lupercio, San Victorico, San Facundo, San Primitivo, San Emeterio y San Celedonio. 

- Beato Luis de Turigia y Santa Isabel de Hungría: padres de la Beata Gertrudis de Altenberg.

- San Cirilo y Santa María: padres de San Sergio de Radonezh.

- San Gordiano y Santa Silvia: padres de San Gregorio Magno.

- San Gregorio el viejo y Santa Nonna: padres de San Gregorio de Nazancio, Santa Gorgona y San Cesáreo.

- San Vicente y Santa Valdetrudis: padres de San Landerico, San Dentellino, Santa Aldetrudis y Santa Madelberta.

- San Walberto y Santa Bertilia: padres de Santa Valdetrudis y Santa Aldegunda.

- San Elzeario de Sabrán y Beata Delfina de Provenza: vírgenes

- San Enrique II y Santa Cunegunda: no tuvieron hijos.

- San Isidro Labrador y Santa María de la Cabeza: su hijo, es venerado en una ciudad de Toledo (España) como San Illán, pero se desconocen datos de su biografía.

- San Aurelio y Santa Natalia: antes del martirio con otro matrimonio (mencionados a continuación), dejaron a sus hijas en un convento. Se ignora que pasó con ellas.

- San Felix y Santa Liliosa: no hay datos de que tuvieran hijos, pero por el relato de los hechos del matrimonio anterior, no parece que los tuvieran. 

- San Luis Martín y Santa Celia Guerín: padres de Santa Teresita del Niño Jesús. Cabe señalar que el resto de las hijas murieron en olor de santidad también.

- Beatos Manuel Rodrigues Moura y su esposa: mártires de Brasil, se desconocen más datos. 

- Beatos Luigi y Maria Beltrame Quattrochi: tuvieron cuatro hijos, pero se trata de un caso muy reciente como para conocer el resultado. 

- Siervos de Dios Settimio Manelli y Licia Gualandris: al igual que el anterior, tuvieron más de veinte hijos, pero se trata de un caso reciente.


No he encontrado otros matrimonios santos. Sobre los padres de San Bernardo, sé que estaría la causa abierta (la madre es Beata), pero no logro encontrar ninguna fuente sobre la situación del padre. Si alguien tiene algún dato, se agradece.

Les dejo el link de las letanías por si quieren rezarlas: AQUÍ.



domingo, 16 de abril de 2023

La Iglesia y la Patria (San Pío X)

 


¡Oh venerables hermanos e hijos amadísimos que, en cumplimiento de los deberes de vuestra profesión, predicáis y practicáis sin respeto humano las enseñanzas de la Iglesia Católica, y, por esta razón, no solamente sufrís menosprecio y desdén, sino que sois objeto de pública censura, tachados de enemigos de vuestra Patria y difamados por cobardes calumniadores que no vacilan en herir gravemente los corazones católicos precisados más que nunca de todos los auxilios de la divina gracia para perdonar a aquellos que les ofenden tan vilmente!

Si el Catolicismo fuera un enemigo de la Patria, no sería una religión divina. La Patria es un nombre que trae a nuestra memoria los recuerdos más queridos, y bien sea porque llevamos la misma sangre que aquellos nacidos en nuestro propio suelo, o bien debido a la aún más noble semejanza de afectos y tradiciones, nuestra Patria es no sólo digna de amor, sino de predilección.

Y si esto ocurre siempre con carácter general, ¡con cuánto mayor motivo debe ser así cuando nuestro país está ligado por indisolubles lazos a esta Patria, que no está limitada a los contornos de un océano o rodeada de una cadena de montañas, que no habla una, sino todas las lenguas: la Patria que abarca en su latitud el mundo visible y el del más allá del sepulcro: la Iglesia Católica!

A todos aquellos políticos que creen ver en la Iglesia un enemigo y por ello la combaten sin cesar; a los sectarios que con odio inspirado por Satanás la calumnian constantemente, envileciéndola y atacándola; a los falsos campeones de la ciencia, que con sofismas de todo género pretenden censurarla como si constituyera un enemigo de la libertad de la civilización y del progreso intelectual, contestadles que la Iglesia, señora de las almas y directora de los corazones de los hombres, ejerce su supremacía ante el mundo entero porque ella sola, por ser la esposa de Cristo y poseerlo todo en común con su fiel Esposo, es la depositaria de la Verdad; ella sola puede recabar de todas las naciones veneración y amor.

Por esta razón, todo aquel que se rebele contra su autoridad, temeroso de su supremacía en el dominio del Estado, impone barreras a la verdad; el que proclama que su autoridad es extraña al país, desea que la Verdad sea también extraña a esa nación; el que teme que esta autoridad pueda perjudicar a la libertad y a la grandeza de un pueblo, confiesa abiertamente que una nación puede ser grande y libre sin la Verdad.

De aquí que un Estado, un gobierno o una autoridad –cualquiera que fuere su nombre– hace guerra a la Verdad, no puede pretender inspirar amor mientras se oponga de ese modo al sentimiento humano más sagrado. Tal autoridad podrá mantenerse por pura fuerza; podrá ser temida, porque, indudablemente, la espada del castigo conmina a la obediencia; podrá ser aplaudida por hipocresía, interés o servilismo; podrá ser aún acatada, ya que la religión aprueba nuestra sumisión a los humanos poderes siempre y cuando éstos no obliguen a ningún acto contrario a las divinas leyes, en cuyo caso todos estarían obligados a oponer su resistencia, sin por ello constituirse en rebeldes.

No obstante, aunque este deber de sumisión en todo aquello que no se oponga a las obligaciones prescritas por la religión, hará aún más meritoria la obediencia, no será lo suficiente para convertir esta obediencia en afectuosa, alegre y espontánea, de forma tal que merezca el calificativo de amor y de veneración.

Sentimos, pues, veneración por la Patria, que en suave unión con la Iglesia contribuye al verdadero bienestar de la Humanidad. Y ésta es la razón porqué los auténticos caudillos, campeones y salvadores de un país han surgido siempre de entre las filas de los mejores católicos, de que los Santos sean invocados en los himnos de nuestra santa liturgia como Patronos de su país; ellos siguieron el ejemplo del Santo de los santos, que mientras obedeció a aquellos que ejercían autoridad y pagaba tributo al Cesar, al aproximarse a Jerusalén y prever su próxima ruina, derramó lágrimas abundantes; pues siendo una ciudad tan amada y favorecida por el Señor, no se había aprovechado de tantas gracias ni de la visita que Él mismo se dignó hacerle con el solo objeto de derramar sobre ella toda clase de bendiciones.

(Discurso pronunciado por Su Santidad el Papa San Pío X el 20 de Abril de 1909).


Texto obtenido de http://www.catolicidad.com/2014/07/la-iglesia-y-la-patria-por-san-pio-x.html?m=1